lunes, 12 de febrero de 2024

Cena de amigas de Daniel de la Peña

La chiclit, o sea la literatura para chicas y con chicas, como todo en la vida, tiene diferentes calidades y distintos enfoques, pero un denominador común: las protagonistas suelen entender como una gran catástrofe la rotura de una uña, su mayor preocupación está en decidir que zapatos calzar y su ambición está en cazar al hombre ideal.

La importancia de las relaciones amorosas, generalmente desastrosas, y que duren más de un par de citas, como leit motiv de toda una vida.

Cena de amigas es el relato de una cena, de la comida, de las conversaciones, de lo que se dice y lo que se omite; una cena promovida para la celebración de un cumpleaños que ofrece un cadáver como regalo.

La superficialidad en los diálogos beneficia una obra divertida por insustancial y alocada por banal, pero al estar aliñada con secretos y emociones viscerales ofrece una perspectiva de psicología de salón que atrapa por su candidez.

Podrían creer, si han llegado hasta aquí, que lo anterior es una crítica mordaz y despiadada de esta novela y no merece su interés. Nada más lejos de la realidad, no es una apreciación, es una constatación de un relato que es así porque así ha querido ser y que sus personajes son como son y no de otro modo, porqué haberlos haylos.

Valentina celebra su cumpleaños invitando a sus amigas a cenar a un restaurante y ha colado a Jimena Olivares, psicóloga, para que averigüe, mediante un engañoso y habilidoso juego de preguntas y respuestas quien entre todas ha traicionado la confianza de la homenajeada.

El encuentro transcurre entre risas sinceras y fingidas ji-ji ja-ja, que tendrán un fin abrupto cuando una de las asistentes resulta asesinada.

Será entonces cuando el argumento se de la vuelta sobre si mismo y el miedo a ser víctima desate comportamientos primarios y de rienda suelta a los recursos del suspense y la intriga para ir complicando cada vez más lo que queda de velada.

Daniel de la Peña convierte una Cena de amigas en una invitación al asesinato, y ofrece una historia entretenida y bien entretejida que dura de principio a fin, como actualmente se puede ver en tantas series de televisión protagonizadas exclusivamente por mujeres.

Un rato de lectura libre de preocupaciones, bastantes tienen las protagonistas, y sin desgastar neurona alguna.

Si gustan de las relaciones personales y sus complejas muestras de amistad y romanticismo y aman la novela enigma, esa en donde el (los) asesinato (s) son un puro juego de lógica, van a disfrutar sin ninguna duda.

 

lunes, 5 de febrero de 2024

A un lado de la carretera de Paul Pen

Dice la frase publicitaria de este libro que “A veces, el autor del crimen es solo una víctima más” y nunca una frase resumió tan bien una novela i a su vez el género criminal.

A un lado de la carretera reboza la novela criminal en horror y la sirve cruda y fría. Allá cada cual con masticarla y tragarla. O sea, ni más ni menos que lo que ha pretendido desde la primera página.

Ha conseguido que el lector deje de serlo para incorporarlo a una trama claustrofóbica, de calor ardiente, de sentimientos a flor de piel, de deudas pendientes. Un western urbano donde todos son protagonistas y nadie lo es.

Porque el protagonismo se lo lleva el odio y lo interpreta la venganza. Un Óscar a la interpretación.

Paul Pen es un escritor de género criminal que escribe, en esta ocasión, sobre un escritor de género criminal que escribe una novela true crime.

Hotel Restaurante Plácido, que ha visto tiempos mejores, languidece entre el polvo a un lado de la carretera. En una de sus habitaciones, ampliada por anexión de las contiguas, la sangre, que ya ha salido de los cuerpos, pugna por salir por la puerta que ha quedado abierta.

Alguien ha tirado de cuchillo para asesinar con toda la sangre fría que se puede tener cuando la temperatura exterior la hace hervir.

La investigación está centrada en localizar a Perla, una de las dos chicas que vivía allí con sus padres y que ha desaparecido. La otra, Coral, se desangra confundida entre el deseo de vivir y de dejarse llevar por ese reclamo al desvanecimiento del que no se despierta jamás.

La investigación está estancada y el escritor, Lucas Falena, que se ha instalado en una de las habitaciones para que su relato true crime, tenga todo y más de verídico, avanza más rápido que la policía.

Y esto no gusta a según quien, por lo que ni su estancia ni sus preguntas tienen buena acogida y en cambio sí malas consecuencias.

A un lado de la carretera es una novela negra donde el horror se apodera de cualquier otro sentimiento. Donde saber la verdad es más importante que respirar; tanto que si empiezas la lectura realiza varias inspiraciones profundas porque no sabes cuando podrás volver a hacerlo ya que el sufrimiento que transmite va a atenazar tu garganta con intención ominosa.

Si quieren sufrir, léanla. Y luego no digan que no lo advertí.

domingo, 28 de enero de 2024

El viento y la sangre de M. A. West

La historia de la novela negra americana está escrita por muchos más nombres olvidados que recordados. Un ejemplo de ello es el de Martin Aloysius West, un escritor de Cincinnati a quien hoy este blog rinde homenaje reivindicando su reconocimiento a partir de la reseña de la única obra traducida que tendremos oportunidad de leer. Lamentablemente ninguna más caerá en nuestras manos.

El viento y la sangre es una novela negra, del clasicismo americano, con toda su enjundia. No hay duda alguna desde el primer párrafo. La crudeza del género mostrada sin pudor a la par que con elegancia.

Y es que M. A. West escribe con pluma sin mancharse. Puede, perfectamente, relatar hechos que pondrán la piel de gallina a quien se atreva a leer sus páginas, sin inmutarse. Como un personaje de su novela: frío y calculador.

La historia va de un robo, de una huida y de una persecución. Mientras dura la cacería, otros personajes van aportando sus historias para ir complementando la trama demostrando que el sueño americano es solo eso, un sueño.

Los personajes que van apareciendo son los que se esperan encontrar en toda novela negra de la época. Solo que, en esta, además, hay corporeidad en sus acciones, de tan bien descritos como están.

Y en su final se encuentra la esencia de esos argumentos en los que la esperanza es lo último que se pierde.

Hemos de agradecer a sus traductores Thalía Rodríguez y Alexis Ravelo, que hayan rescatado esta obra menor, por su número de páginas, pero excelente por ser trabajo de ebanista literario.

Y, por aquello que el destino es dueño de sus actos, pero a los demás nos toca apechugar con las consecuencias, sepan que no habrá más traducciones de las novelas de West. Solo esta, así que no remoloneen y háganse con un ejemplar antes de que pase a formar parte del grupo de obras descatalogadas.

En estas fechas de aciago recuerdo, leer y reseñar esta novela en la que tanta participación tuvo y empeño puso Alexis Ravelo, su última travesura, es la mejor muestra de agradecimiento hacia su persona y su obra que se me ocurre. No lleva su firma pero lleva su sello.

Parece que aún lo oigo lanzar a todos los vientos, en especial a los alisios que favorecen ese clima templado que lo arropó, su consigna revolucionaria ¡Lean, carajo!

Aquí mi primera reseña, luego habría muchas más, de Alexis Ravelo. Del 2012.

martes, 16 de enero de 2024

Asesinatos en familia de Nina Simon

Las razones que conducen a la escritura de una novela policiaca son inherentes a cada persona y todas válidas. Otra cosa es el resultado. Así Agatha Christie empezó retada por su hermana y el resto es historia; o Sue Grafton que decidió que matar en la ficción le ahorraría problemas y cárcel a raíz de un penoso divorcio y ahí está su alfabeto del crimen.

Por eso el hecho de Nina Simon haya escrito Asesinatos en familia, un domestic noir en el que el caso policial va de la mano de dramas familiares, proyectando en la novela su propia situación de desesperación y amor, es una razón como cualquier otra para iniciarse como escritora de misterio, y quien sabe si el tiempo dirá que de las buenas.

Así, Asesinatos en familia, es el resultado de una catarsis familiar que a su vez es una catarsis familiar. La primera a cargo de la autora y su madre y la segunda de las protagonistas, las mujeres de la familia Rubicon.

Protagonistas femeninas, en la más pura esencia del domestic noir, que representan tres generaciones y tres formas de afrontar la vida. Abuela, madre e hija, o madre, hija y nieta, como prefieran enfocarlo.

Lana, la mayor, residente en Los Ángeles, se muda temporalmente por razones de salud a casa de su hija Beth en Elkhorn Slough, un estuario donde las ciénagas están habitadas por numerosas especies de aves y mamíferos. Jack, la hija de Beth y nieta de Lana, combina sus estudios trabajando a tiempo parcial como guía de kayak para turistas ansiosos de turismo fluvial y ecológico.

En una de las excursiones, Jack, diminutivo de Jacqueline, se encuentra con un cadáver y acaba siendo sospechosa. Esta absurdidad se convertirá en un magnífico motivo para que su abuela recupere la energía e inicie una investigación que no solo exculpe a su nieta, sino que le permita descubrir al verdadero asesino y reafirmarse como alguien que todavía tiene mucho que decir en la vida.

El caso, como el estuario donde trascurre, tiene sus meandros, sus corrientes y sus cambios de nivel de agua sujetos a mareas influenciadas por la Luna. Así la investigación y por ende también la novela es la suma de una maraña de conflictos sentimentales y heridas no curadas que se alían con intereses económicos e ideales de superación personal.

Las redenciones familiares se apoderan de la trama que, vehiculada por las investigaciones policial, oficial, y la detectivesca, amateur, desnuda los sentimientos de las familias al irse despojando de los reproches que llevaron a separarse e incomunicarse hasta este momento.

Un domestic noir que tiene mucho de domestic y menos de noir, y que resulta una lectura tan ligera y fácil, como deslizarse con un kayak por una marisma plácida sin nada de viento.

miércoles, 10 de enero de 2024

File Number: Las Sombras de Board Hills de Frankman Román

La novela negra americana aparece construida, como el arte figurativo, a partir de transferir una realidad. La historia está ahí fuera y solo basta con atraparla con letras y encerrarla en páginas.

El detective solitario que se busca a si mismo en el fondo de un vaso de whisky que el mismo ha vaciado, no una sino varias veces, no un día sino muchos, es uno de los elementos habituales de la novela negra americana.

La cliente, que dice lo que le interesa y se guarda lo que le conviene; que aparenta indefensión mientras esconde sus garras de femme fatale, es otro de los elementos habituales de la novela negra americana.

Nada nuevo bajo el sol desde El Halcón Maltés.

File Number: Las Sombras de Board Hills, el subtitulo hace pensar en que el autor no cierra puertas a continuar la serie, tiene ese inicio y aunque consigue despertar y mantener la curiosidad no hace lo mismo con el interés.

Y eso es así porqué el argumento presenta un ritmo con altibajos, abusa de estereotipos hasta la sobredosis y soluciona mal algunos de los aspectos del caso, como la localización de las pertenencias, el leit-motiv de la trama.

Las pertenencias de alguien que ha muerto y que por lo visto tienen un interés tan especial como para contratar un detective para localizarlas y emprender una investigación peligrosa.


El dibujo, el color, que se mueve en una gama cromática que acentúa las emociones, y la composición de página son lo mejor. Frankman Román, su creador, demuestra actitud y una incuestionable aptitud gráfica, lo que sin duda sugiere mejoría en la siguiente entrega.

El comic en este país sigue siendo la cenicienta de las artes visuales y a diferencia del país vecino, donde el reconocimiento permite que la producción no sea analizada con lupa, aquí solo la calidad sobresaliente sale indemne.