jueves, 18 de noviembre de 2021

Terror de Estado de Hillary Clinton & Louise Penny

El Presidente saliente de los Estados Unidos, un bobo corto de miras narcisista, tomó decisiones controvertidas antes de su destitución cuyos resultados, ahora a la vista, afectan no solo a su país sino a todo el mundo. Y aún hay más por descubrir y las sospechas apuntan a consecuencias catastróficas.

El nuevo equipo gobernante tiene un estreno de lo más excitante y peligroso y tanto el Presidente como su Secretaria de Estado van a tener que superar no solo animosidad personal e ideológica sino también suspicacias para poder enfrentarse, con la mente despejada, a un peligro sin precedentes.

Y la novela, un thriller político con mayúsculas absolutamente canónico, recorre en tiempo real la sucesión de los hechos, unos atentados terroristas de origen y finalidad desconocidos, durante los pocos días en los que trascurre el argumento.

La Secretaria de Estado, su familia y su equipo son los protagonistas absolutos de esta novela. Leerla es como seguir a un reportero cámara en mano que no pierde detalle de nada de lo que se piensa, se dice y se hace a su alrededor.

Se nos pega la ropa al cuerpo por el sudor, se nos cierran los ojos por la falta de sueño, se nos atraganta la comida ante lo que vamos descubriendo, se nos encoge el corazón ante los asesinatos, sufrimos, lloramos, caemos y nos levantamos de nuevo para seguir y seguir.

El argumento, uno más en la línea de thrillers políticos, destaca de otros por su pase VIP para entrar en cualquier despacho de la Casa Blanca, recorrer sus pasillos y acceder a sus ascensores más restringidos. La cocina a la vista y todo lo que se cuece también.

El thriller lo firman Hillary Clinton y Louise Penny y está claro que la primera por su condición de ex-Primera Dama y ex-Secretaria de Estado, aporta su conocimiento del funcionamiento de la Casa Blanca y de la política exterior norteamericana para que Louise Penny redacte, como hace en sus exitosas novelas negras, de modo y forma que todo quede estructurado y capte la atención lectora.

Moverse entre bambalinas en la Casa Blanca, en reuniones de Estado Mayor y en reuniones con dirigentes extranjeros es el privilegio de quien lee este thriller.

Lo bueno de los thrillers es que se viaja y se toman decisiones trascendentales sin moverse de casa y, principalmente, que su relato es ficción.

Lo malo es lo terriblemente cerca que están de la realidad. Y lo terrorífico es que nunca se sabe dónde acaba la imaginación y donde empieza la verdad.

Si les va el ritmo trepidante, aguantando la respiración, en un argumento asequible, Terror de Estado es eso y mucho más. Conspiraciones y terrorismo en un pasa-páginas que consigue que las más de 500 parezcan menos de la mitad. Ya tienen solucionado uno de los regalos de navidad y el éxito asegurado.

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