El largo viaje de Lena, un thriller que va de los recuerdos. a la esperanza. |
Un apasionante thriller donde los servicios secretos mueven
sus piezas con aparente sinsentido pero que todo responde a un plan
minuciosamente concebido en el que Lena no es sino el hilo conductor.
Más que un hilo una mecha y en un extremo un detonador y en
el otro un explosivo.
Acompañando a Lena por un largo recorrido centroeuropeo,
los autores van desgranando la trama de espionaje mientras se realiza un viaje
hacia el interior de su mente que nos permite conocer los motivos y las razones
de su misión.
Una misión con un doble fin; uno público y secreto: actuar según instrucciones
recibidas para la consecución de un claro objetivo; otro privado y también secreto: conseguir llenar ese vacío interior y recuperar la paz consigo misma.
Lena es una joven lánguida, de sensuales movimientos
felinos; introvertida, minuciosa, práctica y concisa. No sonríe pero no siempre
ha sido así. Hubo un tiempo en que su vida era felicidad antes de que la
tristeza la abdujera. Un entonces en el que el brillo de sus ojos no se parecía
en nada a la opacidad actual.
En su deambular, aparentemente inocente y errático, pero
perfectamente planeado y cronometrado, cumpliendo cada hito de su itinerario, recibe
todo tipo de respuesta de sus contactos; desconfianza, suspicacia, envidia,
desprecio… y es a través de sus vidas como ella vive la suya propia.
Esperanza y venganza, riman en anza. Como también desconfianza y matanza.
Un dibujo de mucha plasticidad y unos fondos que refuerzan la vida de cada viñeta. |
Los distintos personajes con los que se encuentra no son sino reflejo de distintas realidades de distintos países que van confeccionando un mapa geográfico, político y social que evidencia que los ideales de los fanáticos políticos no distan de los religiosos.
Ansia de poder y dominación. Y que aunque haya buenos y
malos siempre primaran los intereses. Y la consecución de estos justificará sus
acciones injustificables. Así de simple. Así de complejo.
Un cómic apasionante, con un guion digno de los mejores
thrillers, donde Pierre Christin, demuestra una vez más su facilidad para
explicar sin palabras y el habilidoso empleo de las elipsis para dar fuerza a
las imágenes.
Demuestra un gran conocimiento de las capacidades de André
Juillard y una gran confianza en su trabajo. El dibujo acompaña esa sensación
consiguiendo integrar el peligro en lo rutinario, con gestos elegantes y
sinuosos. Ropas adecuadas a cada entorno y paisajes sacados de la realidad de
otra época.
Un magnífico trabajo que, como toda buena obra, se disfruta
aún mucho más en segunda y tercera lectura y visionándolo con lentitud.
Si no son de leer cómics pero si thrillers les va a
satisfacer enormemente como si de una novela se tratara. Y si ya son habituales
de la historieta ¿es necesario añadir algo?