Las raíces del mal de Roberto Costantini |
El árbol del mal no da frutos a poco de plantarse, se
toma su tiempo para asentarse y enraizarse, y cuanto más profundas sean sus
raíces más consistentes pareceran sus razones para ofrecer sus dolorosos e
indeseados frutos.
Las raíces del mal es la segunda novela de la trilogía
que el autor Roberto Costantini dedica al comisario Michele Mike Balistreri, y que a modo de flash
back, para convertirse en precuela de Tú eres el mal, sitúa al protagonista en
Libia cuando tenía doce años y le acompaña en su crecimiento adulto en Italia.
Explica las relaciones de familiares y
amigos de los que van a ser protagonistas así como las evoluciones de un
grupo de adolescentes que entretejen ilusiones con realidades y exaltaciones
idealistas con efluvios hormonales. Cuatro de ellos sellan una amistad con un juramento de sangre y arena que les ha de unir aún en las peores circunstancias: Mike, el
protagonista; Nico, otro joven italiano empleado en una gasolinera y que alimenta
sueños cinematográficos y Ahmed y Karim, dos hermanos árabes hijos de Mohamed,
factotum del padre de Mike, Michele Balistreri.
Salto al agua desde un acantilado |
Tantas vivencias, buenas y
malas, les hacen crecer deprisa y desatan toda clase de reacciones que al
contextualizarse con los acontecimientos históricos les generan dubitativas
interpretaciones de las bases de su juramentada relación, fomentada en la
amistad sin límites y en conseguir materializar sus sueños y aspiraciones,
aúnque para cada cual estos sean distintos a los de los otros tres.
El autor, Roberto Costantini, fabula una historia negra
en un contexto histórico real de Libia, donde una notoria colonia italiana ha
ayudado a levantar el país, según ellos, o donde se han dedicado a explotar
nativos y expoliar riquezas, según los árabes. Y en donde está próximo un golpe
de estado que desbanque la monarquía en beneficio de una apuesta democrática.
El argumento discurre lentamente de 1960 a 1982. Con dos
partes bien diferenciadas: la primera en Libia, donde se enraiza el mal; la
segunda en Italia, donde se recogen sus frutos. La primera a rtimo lento, perezosa
como resulta moverse bajo el sol africano en pleno verano en medio de un campo
de olivos: tierra yerma y seca y árboles con poca y caprichosa sombra. La
segunda acelerada como resulta moverse en un entorno urbano y hostil.
Olivar |
En la primera se suceden unas muertes muy próximas a Mike
que hacen tambalear su equilibrio emotivo; en la segunda se procederá a su
aclaración, aúnque lo que lo ponga en el disparadero sean otros crímenes en principio no
relacionados.
Mike se ha convertido en un comisario de policía que no
deja que nada ni nadie lo distraigan de su misión de hacer justicia. Un Mike
con unos antecedentes punibles y un comportamiento impropio del que hay que
excavar sus raíces para entender el porqué de sus actos. El porqué de sus
frutos.
La novela es compleja por su dominante enfoque social que
supera en más ocasiones de lo deseable a los propios protagonistas, a veces
puros peleles de la situación y otras amos y señores de su destino.
Es una novela negra de amplio abasto que da satisfacción
a todos los adictos: favorece el abrazo del costumbrismo con el colorido
histórico, el del thriller político de altos vuelos con la investigación
policial barriobajera, el del suministro de chicas jóvenes y cocaína a
dirigentes mediáticos con el mundial de fútbol en Barcelona.
Y en medio está la familia y sus lazos y su constatación
de que a los miembros no se les elige. Y está la tradición, el sufrimiento, el
orgullo y el pragmatismo. Y está la amistad, esta si elegida, y el honor, la
traición y la venganza.
Todo en un ambiente de culpabilización externa y de
derrota social característico de la actual novela negra del Mediterráneo Oriental.
Roberto Costantini |
Hay poca comida manifiesta en la novela de Roberto Costantini, pero son inevitables los
espagueti a la Norma, plato emblemático de Sicilia que guarda relación con la ópera Norma del compositor siciliano Roberto Bellini.
Mientras cocinan dejen sobre el marmol cualquier novela
que tengan de Nietzsche, cuanto más manoseada mejor, para darle ambiente.
Y empiecen a seleccionar los ingredientes escuchando a Frank Sinatra cantando My
Way (también Mike va a su manera), para seguir con cualquier canción de Songs from a room de Leonard Cohen
(transmite el yo más íntimo de Mike), en especial Bird on a wire, y si en la cocina están en pareja pueden bailar A Whiter Shade of Pale de Procol Harum (la pieza que bailan Mike y Laura).
Y con la comida humeante en la mesa y mientras brindan con un blanco bien frío
regalénse los oídos con la banda sonora por excelencia de la novela: Nel blu dipinto di blu de Domenico Modugno.
Espagueti a la Norma
Ingredientes para 4 personas
300 grs de pasta, mejor fresca
4 tomates maduros
2 berenjenas grandes
1 cebolla pequeña
4 dientes de ajo
100 grs de queso Ricotta preferiblemente su versión
salata y si no, el común.
Un puñado abundante de hojas frescas de albahaca
Sal, azúcar, pimienta y aceite de oliva virgen
Preparación
Se pelan las berenjenas y se cortan en rodajas finas y se
dejan en remojo en agual y sal unos 15 minutos para que suelten el amargor.
Mientras pelamos la cebolla y la cortamos a rodajas
delgadas, pelamos los ajos y los cortamos también a rodajitas finas y
reservamos.
Espagueti a la Norma |
Escurrimos la berenjena y la ponemos a freír y cuando
esté hecha la ponemos sobre papel de cocina para absorver el aceite sobrante.
En la misma paella ponemos a freír la cebolla y los ajos cortados y cuando
tengan su punto dorado (que no se quemen!) rallamos encima el tomate y
sofreímos corrigiendo con azúcar, sal y pimienta y añadimos las hojas de
albahaca dejandolo a fuego medio entre 15 y 20 minutos.
Aprovechamos para poner una olla de agua a hervir con un chorro de aceite y un puñado de sal y cocer la pasta al gusto.
El emplatar va a tendencias, hay quien lo mezcla todo;
hay quien sirve una base de pasta, encima la salsa, encima la berenejena y por
último el queso rallado al momento, hay quien mezcla pasta y salsa, ralla el
queso encima y rodea el plato con las rodajas de berenjena... sean creativos,
pero cománselo rápido antes de que se enfríe.
Volare, ooh oh, volare ooooh oh...