domingo, 8 de abril de 2018

Collateral

Terrible mundo este que parece
no importarle si los daños
colaterales son materiales o
humanos.

Londres, en esa época en la que el Brexit marcará un antes y un después y especialmente por lo que lo detonó: la inmigración, es donde y porqué se ambienta esta mini serie de cuatro episodios de temática noir e intereses transversales.

Collateral porqué todo acto tiene consecuencias, toda decisión tiene efectos secundarios y los daños colaterales se contemplan como mal menor y asumible. Terrible mundo este que no distingue si esos daños son materiales o humanos.

Una serie abducida por la presencia femenina abastando esa transversalidad mencionada y lanzando un mensaje claro por el reconocimiento que se le niega al 50% de la población.

Los personajes masculinos, relegados, representan mayoritariamente la baja estofa, en general todos interesados, egoístas, pretenciosos e incluso primitivos. Y no es que las mujeres no lo sean pero es que ellos no tienen límite. La ambición por el poder, por dominar y poseer predomina sobre la libertad de quien esté enfrente.

De nuevo el género negro presentado desde la cotidianeidad. Desde la proximidad, desde la convivencia. No hay que inventarse acrobacias argumentales para destacar que el crimen y el delito están justo a nuestro lado.

En Collateral se desarrolla una trama de tráfico de personas que sirve para retratar a una sociedad que posa indiferente ante el fotógrafo. Sirve para evidenciar que se prefiere cerrar la puerta y las ventanas si es preciso antes que aceptar la realidad y tener que mojarse. Ya se mojan los inmigrantes y muchos se ahogan.

Collateral tiene su punto de partida en un asesinato frío y premeditado y desde él recorre un sinfín de situaciones destapando a su paso y sin pudor el henchido cinismo que anda por las calles en forma de animales de dos patas. Poniendo el dedo en cada llaga y retorciéndolo en su interior.

Y una vez todo expuesto deja que sean los espectadores quienes juzguen, si así lo desean, o actúen, si así lo prefieran.

Tráfico clandestino de inmigrantes, tráfico de drogas, traumas militares, pánico al terrorismo, xenofobia, falsedad eclesiástica, lesbianismo, ludopatía, acoso sexual, violación, mentiras y traición.

Kip Glaspie
(Carey Mulligan)
Al ritmo pausado habitual de las series de la BBC se nos presenta a Kip Glaspie (interpretada por una carismática Carey Mulligan) en el papel de una inspectora embarazada encargada de investigar el asesinato de un joven repartidor de pizza y que acaba siendo el personaje aglutinador de las distintas subtramas.

Subtramas que van salpicando como lo hacen los ingredientes sobre la masa de pizza; son diversos los hilos que van apareciendo hasta mostrar este fresco tan rabiosamente actual que denuncia que se emplee los sustantivos bandera y patria para tapar intereses privados de hondo calado.

Por una vez cuatro episodios, ni que hubieran sido los habituales seis, resultan insuficientes para abordar con profundidad sobre todo lo expuesto, faltan minutos para completar un discurso claro sobre su intención pero si bastan para evidenciar la mezquindad humana que se pliega ante la opinión pública.

Como retrato social está más que conseguido; como relato no concluye los temas abiertos de forma solvente y comprometida. Prefiere imitar la realidad: sabe que no hay conclusión posible y que lo denunciado no tiene final. Demasiados intereses nacionales detrás de todo.

Una novela negra contada desde una serie de televisión con guión de David Hare y dirigida por S.J. Clarkson, ambos nombres bastan para ver el nivel de calidad de la misma. No deberían perdérsela.

jueves, 5 de abril de 2018

Torn de nit de Agustí Vehí


Reseña bilingüe


El torn de nit de la policia
local es de tot menys
tranquil.
Torn de nit d’Agustí Vehí

Cada dia de la semana es generen noves sorpreses i quan el sol se’n va a dormir aquestes només es mostren als esforçats agents de policía del torn de nit que les veuen passar, amb els ulls com plats, com qui veu esperitats.

Nit rera nit esdevenent situacions esbojarrades que barregen fets delictius de diferent gramatge en una mena de “vodevil negre i policial a l’empordanesa’ que fa embadalir de lo be que està escrit i de l’enginy que vessa generosament.

Res d’argument tòpic ni típic del gènere. Una visió entremeliada de les vivencias del cuarter de la policía local d’una petita ciutat, Vilaclara, que s’enfot fins i tot del mateix ofici d’escriptor a l’haver de barrejar mots en català, castellà i llenguatge de poble de tota la vida que no es ni del pare ni de la mare.

Agustí Vehí, malauradament ja mort, ens regala aquest llibret on aboca satira i tendresa a parts iguals emprant tota mena d’acolorits recursos literaris per atrapar l’atenció un cop i un altre i un altre fins al final.

Es una lectura molt recomanable, de fet ho es tota la seva obra. Acosteu-vos-hi i us atraparà com una abraçada d’os carinyós. Com era ell.

En aquest blog també s'ha parlat d'una altra novel·la negra seva com es la genial Quan la nit mata el dia i també s'ha n'ha parlat a propòsit d'una recepta gastronòmica en l'article Agustí Vehí y garbanzos a la catalana.



Agustí Vehí, tant bo com a
persona que com a
escriptor.
Torn de nit (Turno de noche) de Agustí Vehí

Cada día de la semana se generan nuevas sorpresas y cuando el sol se acuesta se muestran solo a los abnegados agentes de policía del turno de noche que las ven pasar, con los ojos como platos, como quien ve alocados espíritus.

Noche tras noche se suceden alocadas situaciones que mezclan delitos de distinto gramaje en una suerte de “vodevil negro y policial a la empurdanesa” que hace gozar de lo bien escrito que está y del ingenio que desborda generosamente.

Nada de tópicos ni típicos de género en el argumento. Una traviesa visión para reírse incluso del propio oficio de escritor al tener que mezclar palabras de en catalán, castellano y lenguaje de pueblo de toda la vida que no es ni lo uno ni lo otro.

Agustí Vehí, lamentablemente ya fallecido, nos regala este librito donde vuelca sátira y ternura a partes iguales empleando todo tipo de coloristas recursos literarios para atrapar la atención una y otra y otra vez hasta el final.

Es una lectura muy recomendable, de hecho como toda su obra. Acérquense y les atrapará con un abrazo de oso cariñoso. Como era él.

En este blog también se ha reseñado totra novela negra suya y que es la genia Quan la nit mata el dia i también se le ha reseñado en una receta gastronómica en el artículo Agustí Vehí y garbanzos a la catalana.

domingo, 1 de abril de 2018

Tarde, mal y nunca de Carlos Zanón

Un graffiti deslavazado.

Tarde, mal y nunca es una historia negra que al escribirse toma hechuras de novela negra en el uso más marginal y visceral del género.

Epi no duda en coger un martillo y matar con el a su colega de farras y trapicheos Hussein al enterarse que se está tirando a su novia Tiffany. La herramienta es el arma del crimen; los celos, el motivo.

Ya está. Algo que no merece discusión alguna, ni explicación, ni justificación. La tocas y te mato. No hay reflexión a consecuencias, no hay razonamiento previo, solo esa cortina translucida frente a los ojos que enturbia la mirada y la necesidad de vengar el ego herido, la hombría mancillada.

Y es que con la hombría de según con quien, en según qué lugares y circunstancias, no se juega. A veces es lo único que se tiene; y no se puede, no se debe perder. Aunque luego pase lo que pase.

Carlos Zanón cuenta la historia de unos protagonistas con una visión mediatizada por el desengaño y la desesperación hacia eso que algunos llaman vida y otros malavida.

Una malavida que viven desde las entrañas, porque es ahí donde corroe el hambre y donde se enquistan los sentimientos no correspondidos y los deseos insatisfechos, donde se forjan los versos aunque nunca se declamen.

Carlos Zanón
Carlos Zanón escribe sobre personas y sus circunstancias, escribe sobre el entorno y como este influye en las gentes y estas en él. Escribe sobre la vida y la malavida.

Esa vida que como te pille desprevenido o en el lugar y momento equivocados te hace girar frenéticamente y sin control como una peonza decorada con colores de neón que si no te marean igual te dejan ciego.

El resto es gris sucio: edificios y personas. Ambiciones y realidades. Pasado, presente y futuro. Todo gris como un poema desesperanzado.

Los protagonistas de Tarde, mal y nunca son gente corriente de clase baja baja que tienen en común ser todos perdedores en una partida en la que no pidieron entrar y de la que no quieren salir.

No son hijos de la crisis, al menos no de esta. En todo caso nietos o bisnietos de otras anteriores. Son el fruto no recogido del árbol y que tiende a pudrirse por dejadez. Son los no elegidos.

Una novela dura, negra, una crítica social desde la primera línea, un graffiti deslavazado, un retrato costumbrista sin edulcorar de barrio bajo, un grito por sobrevivir a los sueños rotos.

miércoles, 21 de marzo de 2018

You are here de Kyle Baker

Un relato muy actual, una visión irónica
y critica de la contemporaneidad.

You are here es una historia de novela negra que revisita el intento de un eficiente ladrón de joyas de dejar atrás cualquier vestigio delictivo y empezar una nueva vida lejos del mundanal ruido en un paradisiaco entorno rural con una chica que le ama incondicionalmente.

Noel Coleman es un apuesto delincuente y consumado seductor, un urbanita de pies a cabeza, iluminado por la luz de los fluorescentes, preferiblemente de bares y peep shows, que un buen día decide ver la vida a través de sus dibujos y con ello alejarse del mundo criminal y cambiar radicalmente de forma de vida.

Helen es una ingenua joven que cree en la bondad por encima de todo, capaz de comunicarse con la naturaleza y los animales, vive en el campo y respeta puntualmente su cita diaria con la puesta de sol y no desea nada más que no sea compartir esa forma de vida new age con Noel.

Solo que Noel no le ha contado toda la verdad sobre su sórdida vida, de hecho todo lo que le ha contado son mentiras y falta que Vaughan, un ex-convicto, un alter ego de un homenajeado Robert Mitchum, le aceche para matarlo como para que toda la ilusión se tambalee como un castillo de naipes.

Kyle Baker, un gran artista del cómic
Kyle Baker es el autor global de esta historia que resulta una obra de arte.

Combina un guión humanista y optimista con una feroz y ácida crítica social; combina una trama trepidante, sanguinolienta, hilarante y con largas escenas repletas de acción y suspense al más puro estilo Hitchcock, con planos y diálogos sacados de Disney; combina un dibujo elegante de trazo fino de estilo cómico cartoon con el realismo fotográfico otorgado por ordenador, y todo con un coloreado que respeta, distingue y personaliza cada objeto valiéndose de una extensísima paleta de saturados colores que demuestra un sabio empleo de habituales técnicas de animación.

Un relato muy actual, una visión irónica y crítica de la contemporaneidad, como es habitual en la obra de este autor, que se desarrolla en una trama sustentada con diálogos que abren puertas mentales y servido desde dos puntos de vista, el de Noel y el de Helen, que evidencian la eterna dicotomía entre la bondad de quien vive en comunión con el campo y la suspicacia de quien vive en New York.

Todo el cómic se estructura en largas secuencias, a cual mejor, que simultanean acciones a ritmo vertiginoso con largo planos de contemplación extasiante. Diálogos con asesinos en la jungla urbana y diálogos con animales en el bosque. Cuestión de comunicación.

Brillante cómic. Indispensable en toda colección noir.

domingo, 18 de marzo de 2018

La sustancia del mal de Luca d’Andrea

La sustancia del mal es de origen
desconocido pero nadie puede negar
su presencia.

La naturaleza es un ser vivo que se manifiesta solo con hechos ya que no dispone del don de la palabra. Los hechos, apacibles o devastadores según su estado de ánimo no tienen en cuenta las consecuencias para ese otro ser, el animal racional, con el que comparte hábitat.

Los fenómenos atmosféricos tal como vienen se van pero lo que dejan puede no parecerse a nada de lo que fue. En la alta montaña todo es más extremo y el viento, la lluvia y los rayos parecen multiplicar su fuerza por 10; hay que ser muy experto para sobrevivir a según qué situaciones y aún y así salir indemne física y mentalmente no está al alcance de todos.

Jeremiah Salinger es un norteamericano dedicado a los documentales que resuelve instalarse con su hija y su mujer en el pueblo de esta para alejarse de su vida frenética en la gran ciudad y tomar perspectiva para determinar donde encaminar su futuro.

Pero poco tendrá que decir ya que la naturaleza, ese monstruo que puede devorarte en segundos, va a decidir por él. Y además está el Bletterbach, ese prehistórico museo al aire libre que esconde fósiles y también el oscuro secreto de una tragedia, ocurrida hace treinta años, que comparten vivos y muertos y del que nadie quiere hablar. Cada cual lame sus propias heridas y hay cicatrices que aún están abiertas.

La sustancia del mal es de origen desconocido pero nadie puede negar su existencia ante los efectos que provoca.

El instinto investigador de Jeremiah, buscando siempre el tema que pueda atrapar la atención pública, se ve sometido al influjo de ese misterio y he ahí unas garras de las que no se puede escapar. O se muere o se mata.

El escenario es apabullante, sobrecogedor y gulliveriense para los habitantes de ese pueblo del sur del Tirol; una villa de cuento donde la vida no es tal. Donde todo hay que trabajarlo y ganárselo. Hasta el saludo de los locales. Y el respeto. Y dónde es posible perder en un segundo lo que se ha tardado meses en conseguir.

Luca D'Andrea
A Luca d’Andrea la visión de las grandes montañas le ha contagiado la intención de hacer una gran obra donde ha mezclado diversos ingredientes que cada uno individualmente puede ser resultón pero que juntos ofrecen una pobre imagen de plato combinado.

Los soliloquios mentales del protagonista entorpecen el ritmo narrativo, a veces sin aportar ningún valor a la trama y parecen apropiados para ahondar en el número de páginas. La trama tampoco consigue una velocidad de crucero y sus trompicones que salpican de interés y aburrimiento casi alternativamente no favorecen una lectura lineal absorbente.

Y es una lástima pues la obsesión, in crescendo, del personaje por averiguar lo sucedido está bordada. La imperiosa necesidad de saber le genera tal conflicto interno y de pareja y familiar que equivale al que sabe que aquello lo va a matar pero no lo puede dejar. Ni tan solo un terrible suceso puede alejarlo de su adicción.

Su angustia es tan palpable que traspasa las páginas del libro y si fuera tinta mancharía las manos de quien lo sostiene. Nada hacía presagiar que tanta algarabía iba a quedar en tan poco.

Aún y así les recomiendo que si les cae en las manos le den una oportunidad; tiene momentos impagables y tiene también una bella cubierta que, no sé por qué, me lleva a la infancia y al recuerdo de las cajas Alpino de seis colores.