domingo, 22 de octubre de 2017

Un pequeño favor de Darcey Bell

Hacer "Un pequeño favor"
conlleva una gran responsabilidad
Tener secretos significa no contarlos nunca. Si se cuentan ya no es un secreto y quien ahora lo conoce lo atesora como un capital a largo plazo, una inversión de la que, en algún momento, esperará cobrar su rentabilidad.

Todos tenemos secretos. Y que todos deberíamos tenerlos ocultos es algo que tanto Stephanie como Emily aprenden pronto.

Stephanie es una Mami blogger que escribe en su blog lo que quiere que sus seguidoras lean y oculta todo aquello que pudiera distorsionar la imagen que se ha creado. Es una Capitana mamá porqué vive para y por su hijo  pendiente de todo, sufriendo por todo y cuando consigue una Amiga mamá, su aspiración casi enfermiza, su vida tiene otro eje sobre el que girar.

Su nueva amiga es Emily, una mujer que parece tenerlo todo en la vida y que resulta ser además la madre del mejor amigo de su hijo. La relación entre ellas es armoniosa y cada vez más cercana hasta que un día todo cambia.

Lo malo sucede el día en el que Emily le ha pedido que recoja su hijo ya que llegará tarde del trabajo, el tarde se convierte en muy tarde y al final desesperadamente tarde y cuando no contesta ni a llamadas ni a mensajes la sospecha que tal vez no vuelva nunca más se torna tangible.

Es el momento en que la vida de color de rosa y las autocomplacencias se vuelven suspicacias teñidas de gris.

Darcey Bell
Darcey Bell incursiona en el mundo literario con un domestic thriller, un puro ejemplo del chick noir, una novela en la que los protagonistas pueden ser cualesquiera de nosotros o de nuestros conocidos y aunque por el argumento encontrará rápida complicidad con las lectoras tendrá también conexión con los lectores.

En la novela, escrita con la afabilidad con la que se escribe en un blog, la autora aúna las voces de Stephanie como blogger, empleando la técnica del narrador no fiable y clavando el empalagoso redactado, y las de, otra vez Stephanie como narradora directa, Emily y Sean, esposo  de ésta, que aportan los otros puntos de vista para conocer la historia en sus 360 grados.

La autora conforma un argumento maquinado a partir de la premisa premio y castigo; así alterna a discreción revelaciones que coinciden con lo esperado por los lectores con otras que aún, mereciéndolas más, no las concede en un juego perversamente manipulador de giros y requiebros que van dando interés al asunto desembocando en un final en el que cada cual deberá cerrar sus ventanas.

La novela, de lectura liviana, es un claro ejemplo de condescendencia positiva que empatizará con los lectores. Hacer un pequeño favor a un conocido es algo que todos hacemos casi a diario pero después de leer esta novela nos lo pensaremos dos veces.


domingo, 15 de octubre de 2017

Marvin el detective de Berardi y Milazzo

Marvin el detective tiene una
nariz que sangra por nada; de ahí
que le moleste enormemente que
se la golpeen.
Marvin era un actor de cine mudo especializado en películas del Oeste que seguramente la aparición del cine sonoro, y otras preferencias del público, han desplazado del plató perfectamente delimitado de los estudios cinematográficos donde se vive la ficción para arrojarlo al plató abierto que es la vida real donde se vive sin guión ni posibilidad de repetir tomas.

Hoy Marvin es un detective privado que malvive como buenamente puede ¿hay acaso algún detective privado que no lo haga? (malvivir me refiero) y que sigue moviéndose entre las gentes del cine como si estuviera en su casa, ya que su mundo es el del celuloide.

De ahí que el caso que se presenta en este cómic tenga relación con actores y actrices. Marvin debe investigar la desaparición de una joven aspirante a actriz; nada extraño en Los Ángeles donde cada día llegan jóvenes de lugares que casi no existen en los mapas dispuestas a hacer lo que sea para triunfar en Hollywood, la gran fábrica de sueños donde pocos se cumplen y acaban haciendo solo lo que sea para mantenerse en el lugar por si pueden tomar algún tren.

Sueños rotos antes de despertarse. Ilusiones de niña en cuerpos de mujer mancillados por la soberbia de quienes están acostumbrados a usar y tirar porqué en Hollywood abundan los carroñeros, los que envilecen el poder y los que manejan las luces iluminando a su antojo.

Marvin es un detective honrado que por saber con qué dientes muerde la vida empatiza con los que arrastran marcas de mordiscos y de ahí que a pesar de saber que el caso que lo emplea no es para enriquecerse y que se va a volver más que peligroso a medida que avance no piensa abandonar.

Giancarlo Berardi escribe un guión brillante de aparente sencillez para narrar una aventura de las de antes de cuando Chandler, Hammet y compañía asentaban los principios de la novela negra. La subtitula El Caso de Marion Colman como si fuera el inicio de casos de una serie que lamentablemente no ha tenido continuidad.

Da cancha a la figura del detective privado que compensa con su verborrea cínica su falta de físico y de pegada y que no puede esconder ni su sensibilidad ni su humanidad. Con su propio código moral y su particular manera de administrar justicia.

Un guión perfectamente ajustado a los clásicos, un homenaje al cine negro. Con suspense, final sorpresivo y donde las artes de todo detective que se precie salen a relucir.

Marvin el detective, página 17 de
El caso de Marion Colman
Ivo Milazzo dibuja con plumilla con trazo desmañado cuya discontinuidad procura arrugas en la ropa y  movimiento fugaz en el gesto y lo hace empleando línea delgada dejando amplios espacios en blanco en cada viñeta y demostrando conocer el dominio del claro oscuro al trabajar solo con blanco y negro, sin grises: solo empleados en una evocación fílmica. Remarcable es también su facilidad para cambiar de secuencia y de escenario sin que la línea espacio temporal, alterna tiempo presente y pasado con un preciso empleo de flash-back, donde sucede la parte dramática se vea alterada.

Bajo su aparente simplicidad encontramos una verdadera delicatesen que hay que saborear como se merece.


domingo, 8 de octubre de 2017

Miserere de Manuel Sosa

Novela negra de las de 8 por docena.
Hay novelas que relatan hechos, otras que describen ambientes y personajes, incluso las hay que se atreven a interpretar sentimientos pero hablar, lo que se dice hablar muy pocas novelas hablan.

Y Miserere habla. Sus personajes hablan desde su interior, lo hacen sus emociones y sobre todo su dolor, sus miserias, su egoísmo, su soberbia y su codicia; habla su alma, si es que existe y si no ¿quién habla entonces?

Horacio Misericordia es un juez al que la vida no le ha sonreído ni de pequeño y él, claro, no le sonríe ni a la vida ni a nadie, ni a sí mismo. Él y no otro es el causante de sus desgracias y su autocompasión lo es de su autodestrucción.

El cadáver hallado de una joven, muerta por sobredosis, hace remover ese sentimiento de pérdida que le lleva a buscar en cada rostro el de su hija desaparecida hace años; una búsqueda que persigue un reencuentro como única opción redentora y que hasta ahora ha acabado en nada o en el fondo de una botella vacía, de ahí que haga de este caso su némesis para saldar cuentas con su inconsistencia como hijo, como hermano, como esposo y sobre todo y ante todo como padre.

Justicia retributiva se le llama a eso.

Hay policías que quieren cerrar el caso con rapidez: es solo un suicidio, uno más; hay políticos que no quieren interferencias en su posicionamiento para ser elegidos presidente, hay traficantes, hay sicarios, hay corrupción y especulación. Hay ese halo pecaminoso que enturbia la realidad y que permite amoldarla al gusto de los deseos de los pudientes.

Manuel Sosa
Y hay un juez, Misericordia, dispuesto a quemarse en el mismísimo infierno con tal de llegar hasta el final del caso.

Manuel Sosa ha escrito una novela negra densa, intensa y de una oscuridad que hay que cortar con navaja si se quiere que pase la luz y la ha escrito con una calidad tan remarcable como inusual. Tan distinta que habría que tenerla en un estante aparte.

Acaricia la prosa de modo que cada palabra se ajusta con mimo al contexto; parecería presuntuoso pero no se engañen, solo es respeto por el trabajo bien hecho. Una muy particular forma de narrar que requiere que el lector ponga de su parte lo que no la hace adecuada a todos los públicos.

Regala imágenes que congelan el tiempo:

“Al otro lado quedan los alógenos, los funcionarios sin saludo, el pasillo angosto de falsos tabiques. La respuesta que da el polvo es descolgarse por la oscuridad y alcanzar la mañana filtrada en las persianas. Lo ahuyenta el caminar de Misericordia evitando archivos y carpetas en la moqueta del despacho 17 de los Juzgados de Instrucción de la Plaza de Castilla.”

Pocas veces me verán recomendar con tanto entusiasmo: estamos ante una novela, Miserere, de premio(s) y un autor, Manuel Sosa, que en nada sonará con fuerza en todos los eventos negros.

La edición a cargo de Esdrújula está tan cuidada como la cubierta, un diseño de PerroRaro, esa navaja al cuello: ajustada pero sin apretar que a su vez hace juego con el contenido de las 379 páginas que saben a poco.

Corran a leerla.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Ya no quedan junglas adonde regresar de Carlos Augusto Casas

Lúcida lección sobre como nos
tomamos la vida y la muerte.
Los jueves Mateo Acuña Galvez de 72 años, piloto de líneas aéreas comerciales y Olga Chilikov de 23 años, modelo internacional de pasarela y cuerpo de portadas de revista tienen cita para comer. Su encuentro semanal que dura una hora y donde combaten las insuficiencias de la realidad.

Cenicientas que saben que al despedirse el hechizo va a desaparecer y van a volver a ser calabazas.

Su breve encuentro es un rayo de sol en sus vidas, sobre todo para la de Mateo Acuña, Teo el Gentleman para sus conocidos en el bar donde el tiempo lo va consumiendo, por eso cuando se ve obligado a renunciar a ese mágico momento semanal por el asesinato de Olga, se reencarna en un nuevo ser que toma el control de su decrepito cuerpo y le infunde unas ganas de venganza que le empujan hacia adelante aunque sea para meterse en un callejón sin salida.

En ese camino habrá que cruzar puentes y sortear obstáculos como son la inspectora Inés Iborra, el subinspector Puertas, El Tigre, Herodes, cuatro abogados, guardaespaldas y Turón, alguien con quien debes rezar para que no te tenga jamás como enemigo y si así fuera para que no te atrape con vida.

Carlos Augusto Casas
Carlos Augusto Casas compone una novela negra de la calle y solo recorre a estereotipos y tópicos para determinados perfiles, lo que acentúa el contraste y consigue encandilar con unos personajes, a cual más sorprendente por su bien retratado carisma, y con una evolución dramática de la trama que combina generosamente con humor y suspense.

Sus personajes son personas y les aplica tratamiento de seres humanos y ese acercamiento a sus intimidades y sus problemas es lo que caracteriza esta ficción que se resuelve con satisfactoria maestría.

Ya no quedan junglas adonde regresar es una lúcida lección sobre cómo nos tomamos la vida y la muerte, sobre como la ilusión puede vencer la realidad si esta es adversa y de cómo a veces la justicia no es devolver el caos al orden sino aprender a vivir con él y sacarle partido. Si ya no quedan junglas adonde regresar habrá que aprender a vivir en sociedad.

Una novela negra de esas que debe figurar si o si en cualquier lista de recomendaciones que sea de fiar y que además se debe leer, sino ¿cómo van a disfrutarla?

Y hablando de recomendaciones, esta lo fue por parte de Miguel Ángel el librero de SomNegra, a quien agradezco su acierto. Fue comprada el día de la inauguración de la librería SomNegra en Barcelona. Doble buen motivo para el recuerdo.

La inspectora Inés Iborra, la atípica policía de esta atípica novela negra que tiene una particular relación con su marido a lo largo de toda la trama, le reprocha muchas cosas, entre ellas que le arrebatara su música. Contribuiremos a que pueda seguir escuchándola. Considérenla la banda sonora de su lectura:


Everything But The Girl – When All’s Well

En el momento de escribir esta reseña se comunica que su autor la presentará en SomNegra este viernes 6 de octubre a las 19:30. Buena ocasión para escucharle y pedirle una dedicatoria.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Cardinal serie TV

'Cardinal' cuando el frío conserva
el cadáver
John Cardinal detective de homicidios de Toronto, regresa a Algonquìn, cerca de Ontario, donde el hielo y la nieve son tan habituales como consecuentes su frío y su sensación de soledad.

Cardinal es una serie con una doble trama lineal, la primera la investigación que lleva a cabo John Cardinal de un más que probable asesino en serie: se ha localizado el cuerpo congelado de una niña de un caso que en su día se cerró en falso al considerar una huida voluntaria; y la segunda un caso de corrupción cuyo sospechoso es el mismo John Cardinal y cuya investigación, encubierta, la lleva su compañera.

Los protagonistas principales Billy Campbell (como John Cardinal) y Karine Vanasse (como Lise Delome) son sobrios, como demanda el argumento que para nada busca el sensacionalismo y si ceñirse a mostrar unos actos y relatar unos hechos que por sí solos ya demuestran que la violencia y la maldad no precisan de luces para mostrarse en toda su crudeza.

Las investigaciones se ven arropadas por los dramas familiares de la pareja de investigadores y por sus recelos a la hora de trabajar juntos aunque sea por motivos dispares que tenderán a confluir hacia una aclaración imprescindible para establecer su credibilidad.

Una miniserie de 6 episodios, suficientes para desarrollar una historia coherente y consecuente y para evitar dispersar la atención con episodios de relleno que fatigan y no enriquecen. Suficientes para mostrar que cuando se parte de un buen texto, muy malo se ha de ser para estropear el previsible resultado.

Una serie que no da tregua ya que tanto la investigación de los asesinatos como la de la trama de corrupción consigue que no haya respiro para el espectador. Si a eso le sumamos un guión de tensión bien dosificada y que trata a los televidentes como personas adultas e inteligentes no se puede por menos que certificar que se está ante un producto bien hecho y de calidad.

La serie es una adaptación de la novela “Cuarenta formas de decir dolor” (Forty Words for Sorrow) del escritor canadiense Giles Blunt, y que debería estar disponible en librerías.

Habrá segunda y tercera temporada, en la 2ª se adaptará Black Fly Season (tercera novela de la serie de John Cardinal) y en la 3ª “By the time you read this” y “Crime Machine” (cuarta y quinta de la serie respectivamente).


domingo, 24 de septiembre de 2017

Género de violencia de David Orange

Asco y vergüenza y terror en las
víctimas.
Género de violencia es una novela que se anuncia como inspirada en hechos reales.

Es desesperante y asqueroso pensar que lo que en ella se cuenta esté inspirado en hechos reales, ya que la magnitud de depravación es de tal nivel que pensar que en nuestra cotidianeidad nos cruzamos por la calle con especímenes, que no personas, tan psicópatas como las descritas es como para encerrarse en casa y vivir de servicios a domicilio.

Silvia Folch es la inspectora de policía que tiene a su cargo la investigación de la desaparición de unas jóvenes, perfil chicas de 16 años, que se van sucediendo sin que se tenga noticia alguna, descartado pues secuestro convencional, hasta que un cadáver aparece.

Su identificación es difícil habida cuenta de lo destrozado y mancillado, desgarrado y profanado que está el cuerpo pero se obtiene confirmación de que es el de una de las desaparecidas. ¿Cómo puede alguien que se llame persona hacerle a otra persona lo que le ha hecho? ¿Y las otras chicas? ¿Han seguido el mismo destino?

La desaparición, el secuestro, ahora es un asesinato. A partir de aquí todo se acelera y quien secuestra y quien persigue parecen emprender una veloz carrera donde todo vale y el que pierde paga. La apuesta es la vida.

La novela ofrece diversas historias cruzadas que van a ir confluyendo, no sin cierta ayuda, hasta llegar a un final absolutamente catártico que permite liberar toda la tensión acumulada en la lectura.

David Orange
David Orange ha escrito una novela que tiene un tratamiento angustioso de la violencia como arma y como defensa y que sería descorazonadora sino fuera por el atisbo de esperanza con el que saluda de tanto en tanto desde sus páginas gracias a pequeños gestos y detalles cariñosos de algunos de sus protagonistas que suponen un retazo de cielo azul visto desde el infierno.

El autor juega con habilidad con los tempos de las subtramas para mostrar como desde las campañas de adocenamiento publicitario hasta los posicionamientos de poder mundano que se creen que con dinero todo es posible, desde las relaciones de pareja hasta las convivencias familiares, en todas partes vive el engaño.

Explica como la publicidad insta a obtener felicidad; como el dinero se cree que puede comprarla; las parejas se piensan que es eterna y las familias la consideran implícita en su sino hasta el punto de que no tienen en consideración la repercusión de sus actos. Y resulta que la felicidad no es el que sino con quien.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Eran siete de Eden Phillpotts

Novela policiaca de corte tan clásico
como un chaqué.
La semana de Navidad el viejo, acaudalado y generoso Hannibal Knott tiene previsto, como suele ser habitual en esas fechas, acoger en su casa a sus siete sobrinos a los que piensa, como suele ser habitual, entregarles un regalo en forma de cheque bancario que les ayude a sobrellevar su día a día.

Los sobrinos son agradecidos pero visto como la fortuna de su anciano tío va menguando por su generosidad hacia sí mismo y terceros y las pocas ganas que muestra para dejar este mundo, sospechan que si siguen esperando a heredar de forma natural tal vez no quede nada y se plantean acelerar el proceso y permitirle una despedida indolora..

Eran siete demuestra que bajo la apariencia festiva de bondad que se presume inherente a la Navidad los sentimientos de envidia, egoísmo y rencor no dudan en asomar siempre que pueden llegando incluso a cometer un crimen si ha de ser el medio para obtener un fin.

Que el fin justifica el medio sería el axioma preferido por los heredereros, aunque no estemos ante un tío Gillito avaro y soberbio.

Un buen punto de partida para un misterio de habitación cerrada. Una buena selección de personajes. Una ambientación adecuada como son las fiestas navideñas. Todo listo para una lectura gozosa y sin embargo…

Las peroratas del viejo Hannibal Knott son de una densidad tal que el cerebro del oyente no puede por menos que empantanarse entre las largas frases y quedarse atascado y hundirse lentamente en la ciénaga de los párrafos.

Y lo que parecía una prerrogativa de su condición y su edad resulta ser el tono narrativo del autor que lo proyecta también en el resto de sus sobrinos eliminando cualquier rasgo idiosincrático de su personalidad, aparte de los pertenecientes a su físico.

Eden Philipotts
La novela empieza bien, continúa mejor y a falta de sesenta páginas se mete en un cenagal del que parece no saber cómo salir y lo consigue mediante un subterfugio, a modo de desenlace, tan tramposo como ingrato que logra igualar al lector con los sobrinos en capacidad de sorpresa, desconcierto y desilusión.

Es como si la pretensión del autor, Eden Phillpotts, hubiera cambiado a medio redactado optando por darle un giro en busca de otro final. Si así fuera se ocultan las razones que lo movieron y si no fue así es de lamentar que no lo hiciera.

La novela fue elegida con el numero 38 por Borges y Casares para su colección El séptimo círculo. Por algo sería.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Bajo los montes de Kolima de Lionel Davidson

Se vive como una experiencia con
gafas de realidad virtual.
Los viajeros, que no turistas, saben que lo importante es el viaje; llegar al destino es la meta final, pero en si misma es solo una consecuencia, buscada y deseada, pero sin el inicio ni el desarrollo no se habría producido.

Hay novelas en que lo importante también es el viaje; el inicio se precisa para poder avanzar y el final se presupone y por eso puede quedar relegado a especulación que no precisa confirmación. Casi tanto da como acabe lo importante es lo que pase en medio y cuanto más pase mejor. Y cuanto más sorpresivo sea más mejor.

Bajo los montes de Kolima es una novela viaje.

Johnny Porter, el protagonista, realiza un largo viaje, cambiando de medios de transporte y cruzando países y adoptando personalidades cambiantes a cada lugar y circunstancia, para contactar con un secreto laboratorio científico en Siberia desde donde se ha enviado un misterioso y fascinante mensaje.

Acceder a su interior, fuertemente vigilado y obtener información del científico que ha contactado y saber en qué se experimenta, es la misión que tiene encomendada. Una peligrosa acción de servicio secreto de espionaje.

Casi un McGuffin que permita narrar toda la fascinante odisea que debe superar el protagonista y explicar las relaciones que va construyendo, consolidando y destruyendo a lo largo de la misión.

Por suerte para él, Johnny Porter es un científico de matrícula capaz de desarrollar con éxito técnicas de supervivencia. Algo que parece una contradicción ya que no casan los arquetipos y sin embargo es lo menos sorprendente de todo el argumento.

Las peripecias que debe llevar a cabo requieren de todas sus habilidades, además de políglota necesita sus dotes de deportista, su capacidad de adaptación al medio y sus habilidades manuales.

Bajo los montes de Kolima es un potente thriller de espionaje, es una fascinante novela de aventuras y es una intensa y eterna historia de amor.

Lionel Davidson (1922 - 2009)
Lionel Davidson narra con tal minuciosidad y detalle que se diría que él ha sido el protagonista y no Johnny Porter de todas esas peripecias y que recogidas en un diario ha disfrazado de novela.

Pero ya tenga la proporción que tenga de imaginado, vivido en primera o tercera persona o visualizado a través de mapas y documentado de artículos  e imágenes del National Geographic, estamos ante una magnífica novela que permite experimentar un sinfín de sensaciones como muy pocas lo logran.

Y eso es mérito de un gran autor, lamentablemente fallecido.

No dejen escapar su lectura y prepárense para sentir y viajar como si vivieran una experiencia con gafas de realidad virtual.

viernes, 8 de septiembre de 2017

Crimen en el paraíso temporada 6


Agatha Christie en el Caribe.
Fiel a su cita veraniega, la serie que alterna paisaje tropical con asesinatos al estilo inglés más clásico, Agatha Christie en el Caribe, vuelve en su sexta temporada.

Crimen en el paraíso ofrece ocho nuevos episodios de corte policiaco clásico: asesinato de ejecución aparentemente imposible; pocos y escogidos sospechosos, interrogatorios, composición de lugar y una frase que dispara el clic mental del inspector Humphrey Goodman que le permite conocer el cómo y a partir de él descubrir el quién.

La detención sin aspavientos, sigue el paso previo de la explicación concedida en una escenificación juntando a su equipo policial con los sospechosos.

Muy Hércules Poirot aunque Humphrey sea inglés. Muy inglés y mucho inglés.

La serie se sustenta en el misterio que envuelve al crimen, en la intriga que conlleva descubrir el cómo, en el suspense de saber quién asesino y en el disfrute que supone el desenlace, de ahí que los cambios de  protagonistas, que han hundido otras series, no hagan mella en su permanencia.

Han consolidado el escenario, la estructura de la trama y ha mecanizado tan bien el modo de hacer hasta el punto que casi, solo casi, no importa quien lo haga, quien actúe. Aunque haya actores y actrices que estén mejor que otros en su papel y que caigan mejor o peor a la audiencia.

Hacia el final de esta 6ª temporada y debido a la investigación de un asesinato el equipo policial de Honoré se traslada a Londres para trabajar con Scotland Yard (primera vez en la serie que salen de la Isla de Saint Marie).

Florence Cassel y el nuevo inspector Jack Mooney
A esta novedad le sucede otra y es la substitución del inspector Humphrey Goodman por el nuevo inspector, inglés por supuestísimo, Jack Mooney (interpretado por Ardal O’Hanlon). Este papel cambia de manos por tercera vez, por lo que llamarlo novedad resulta inadecuado.

El nuevo inspector sigue fiel al estilo que los guionistas han definido para la serie, es buena persona, educado y tiene sus particularidades a la hora de enfocar la investigación. Este, además, ama el Caribe, lo ve como una oportunidad de salir de un estado depresivo en el que se veía envuelto, algo que sus predecesores no llevaban en el equipaje y siendo viudo como es lleva también en el equipaje a su hija Siobahn (interpretada por Grace Stone) que se preocupa por su estado de ánimo.

Serie placentera que da más de lo que parece y que entretiene más de lo que se pudiera imaginar. Sigue siendo un refrescante helado de colores y sabores para combatir el calor del estío.

Confirmada la 7ª temporada para el verano 2018

Lean aquí las reseñas de las anteriores temporadas:

1ª Temporada (con Richard Poole y Camille Bordey)
2ª Temporada (con Richard Poole y Camille Bordey)
3ª Temporada (con Humphrey Goodman y Camille Bordey)
4ª Temporada (con Humphrey Goodman, Camille Bordey y Florence Cassel)
5ª Temporada (con Humphrey Goodman y Florence Cassel)





domingo, 3 de septiembre de 2017

Un reloj por corazón de Peter Swanson

Chercher la femme encaja en esta
novela como un guante.
Negro y de medio brazo.
Cuando de alguien se dice que no tiene corazón no hay que asumir la literalidad de la afirmación, sino más bien interpretar que la persona en cuestión es proclive a no exteriorizar sus emociones y sentimientos; claro que es posible que no los tenga. Entonces además de, o en lugar de, ser persona, puede ser psicópata. Y cualquier cosa puede pasar.

No sabemos si el comportamiento de Liana Decter responde al de una mujer con una psicopatía o solo, ¡solo dice! al de una femme fatale; en cualquier caso el dicho chercher la femme encaja en esta novela como un guante. Negro y de medio brazo.

Un reloj por corazón es una novela que aborda un clásico de las novelas negras americanas de mediados del siglo pasado: chica conoce chico, chica engaña chico, chico sigue embelesado por chica y chica se aprovecha de chico. Porqué ya se sabe que los chicos ante una chica decidida y estupenda se encogen hasta quedarse chicos.

George Foss es el chico y Liana Decter es la chica. Claro que también hay más chicas: están Audrey Beck y Jane Byrne. Y por supuesto Irene Dimas, aunque esta pertenezca al presente junto con la detective de policía Roberta James.

George y Liana tienen en común su amor surgido alrededor de una cerveza en una fiesta de la Universidad y ahora, bastantes años después de haberse visto por última vez, van a tener en común el resolver una deuda. Pero no todo es tan fácil como saldarla y decir adiós: las cuentas pendientes con el tiempo se magnifican.

Un reloj por corazón es una novela negra que se desnuda lentamente, quitándose las transparencias del suspense para ir sugiriendo y desvelando y favorecer así una espera ansiosa por conocer lo que oculta. Llegar al final nunca había sido tan estimulante; claro que no a todos satisfará por igual.

La trama va pulsando las teclas de una melodía que no por anticiparla deja de resultar interesante. A ratos alterna pasado y presente lo que ralentiza y disminuye la tensión llegando a desconcertar en algunos momentos al no aportar nada relevante llegando incluso a parecer que el autor se ha perdido en sus disquisiciones. Ya se sabe: pecatta minuta de opera prima.

Peter Swanson
Peter Swanson ha escrito una novela más cinematográfica que literaria; midiendo los tiempos con el reloj, el mismo que ha empleado como corazón, para dar vida a un ser egoísta y perverso pero se ha olvidado decirnos si el reloj es de cuerda, mecánico o con batería: no sabemos hasta cuando indicará la hora.

Dejénse seducir por esa cubierta pulp y esos sorprendidos ojos de verde mirada; olvídense de lo que dice la estrategia comercial y no entren en creer las comparaciones.

domingo, 27 de agosto de 2017

Tres días de agosto de Jordi Sierra i Fabra

"Ya no era un día de playa.
Era un día de perros"
El agosto, ese mes caluroso y vacacional, se presta para que los cuerpos sean carne de playa por eso no es de extrañar que también Miquel y Patro tengan previsto pasar ese miércoles en los baños de San Miguel. Pero prever y suceder de acuerdo a lo previsto no siempre van de la mano y lo que acaba sucediendo no estaba, para nada, previsto. Una vez más el pasado llama a la puerta del presente y no de forma amable precisamente convirtiendo una ilusión en un desconcierto.

Ya no era un día de playa. Era un día de perros

Miquel Mascarell, quien durante la República fuera inspector de policía, es ahora un hombre más que maduro, por edad y porqué la mala vida le ha dado más que a una estera y le ha madurado el cuerpo. La mala vida que ha de agradecer al Régimen que entre prisión y trabajos forzados le ha ratificado en sus convicciones y no ha conseguido que cambien ni un tanto así: podréis vencer pero no convencer.

Al ex inspector Mascarell los casos le vienen del pasado; será, por eso de la edad, que como tiene más pasado que futuro de ahí arrancan las historias a las que debe buscar explicación. Como es el caso actual donde le piden amablemente no solo que investigue sino que resuelva un caso de asesinato ocurrido doce años atrás, en 1938. Un crimen cometido a traición en la persona de Indalecio Martínez cuando estaba intentando rescatar víctimas entre los escombros de edificios bombardeados en la confluencia Balmes con Gran Vía http://barcelofilia.blogspot.com.es/2011/05/edificis-bombardejats-gran-via-balmes.html.

Un mortifero bombardeo que excedió sus posibilidades al alcanzar un camión cargado de trilita lo que expansionó el efecto devastador en lo que la Historia ha acabado conociendo como La bomba del Coliseum.

El caso no pinta nada pero que nada bien. Mal asunto. A nadie le importa, en esos tiempos de exaltación del régimen, hacer justicia por la muerte de un radical republicano. Pero Miquel Mascarell no puede elegir. Y tiene solo tres días para resolverlo: los que median de miércoles a viernes que es cuando termina el plazo.

Jordi Sierra i Fabra nos ofrece la séptima entrega de este carismático personaje al que por primera vez le ofrece un futuro alentador. Habrá que esperar a la próxima novela para comprobarlo.

A su innegable capacidad para analizar y seguir las pistas, hay que sumarle su sentido ético y su gran humanidad. Un detective muy atípico si nos atenemos a los clásicos y los menos clásicos. Muchos deberían aprender de este autor y de este personaje.

Tres días de agosto revisa, como lo hace toda la serie, episodios negros de una Barcelona que vivió un asedio terrible por parte de los golpistas en ese episodio tan execrable como fue la mal llamada Guerra Civil: un insultante golpe de estado que encerró a España en una maloliente caverna para hacerla descabalgar del tren de la Historia en la que ocupaba vagones destacados en muchas materias.

A través de los recuerdos de Miquel Mascarell y de sus vivencias y los de las personas con las que interactúa en la investigación de sus casos conocemos esa visión de la Historia que no escribieron los vencedores. y manteniendo en todo momento el tono y los registros de la novela negra más purista.

Atentos al guiño con el que Jordi Sierra i Fabra saluda a la Calle de la Sal donde reside la Librería Negra y Criminal que regentada por Paco Camarasa y Montse Clavé cerrara como establecimiento comercial en 2015.

Una serie indispensable para cualquiera que guste de la lectura de calidad. Y se agradece que haya regresado a las cubiertas ilustradas con imágenes que guarden relación con el contenido.

La serie completa reseñada en este blog:

  1. Cuatro días de enero
  2. Siete días de julio
  3. Cinco días de octubre
  4. Dos días de mayo
  5. Seis días de diciembre
  6. Nueve días de abril



jueves, 24 de agosto de 2017

La casa de papel

La casa de papel, donde se fabrica
el papel. El papel moneda.
La casa de papel es una maqueta. La maqueta de la casa donde se fabrica el papel. El papel moneda.

La esperanza es que nada salga mal aunque todos, El Profesor, Berlín, Tokio, Nairobi, Moscú, Denver, Río, Oslo y Helsinki saben que, en cualquier momento, todo puede ir mal. Hay que ceñirse al plan. Y si lo hacen conseguirán salir de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con un botín de 2.400 millones de euros.

El plan es un magnífico ejercicio de análisis de comportamientos, de variables y de posibilidades; de estrategia, de ataques y defensas, de contraataques… donde todo lo previsible se ha previsto; no en vano es el fruto de varios años.

Pero siempre hay que considerar el factor humano. Y el ser humano tiende a ser condescendiente a la emoción de los sentimientos con los que condiciona a la conducta y el comportamiento puede comprometer el plan.

La primera parte, la que lleva a entrar en la Fábrica y a someter a los rehenes se lleva a cabo con precisión de relojero pero a medida que avanza el tiempo de encierro, tanto por parte de los atracadores como por parte de los rehenes como de la policía se van sucediendo situaciones, algunas de esas emocionales que decíamos, que suponen un nuevo giro de tuerca que parece cerrar cualquier atisbo de solución.

Los atracadores
Los perfiles están admirablemente definidos, no sobra ni falta ninguno; no hay extralimitación en las actuaciones que resultan absolutamente convincentes hasta el punto de consiguen que toda la serie, aunque se sepa que es ficción, tenga un nivel de verosimilitud excepcional.

La serie muestra un casi perfecto equilibrio entre las secuencias de acción y las de situación, buscando la relajación después de disparar las pulsaciones, en un ritmo constante que consigue mantener la atención cautiva a lo largo de todo el episodio y de toda la serie si la ven por inmersión.

Los policías
Una única temporada de 18 episodios repartida en dos partes de 9. La primera parte aprueba con sobresaliente y en la segunda se lo juega todo. Este otoño el desenlace.
La serie que no pueden dejar de ver. A nivel de las mejores películas de este subgénero de robos de grandes proporciones. Una gozada.


Aquí una escena de gran emoción, casi comparable con el canto espontáneo de La Marsellesa en el Rick's Cafe Americain en la mítica Casablanca. Es aquella en la que Berlín quiere obligar a El Profesor a cumplir una promesa de vida.



Post Scriptum: Pincha aquí para leer la reseña de la conclusión de la serie (sin spoilers)

domingo, 20 de agosto de 2017

Forever serie tv

Forever... young
Forever presenta a un brillante forense con grandes conocimientos culturales de toda índole y agudas dotes de observación que ostenta más por viejo que por forense. Como aquello de la sabiduría del diablo.

Viejo de edad que no de aspecto. Más que viejo antiguo o ¿no lo es alguien que tiene cerca de 300 años?  De aspecto lozano y estancado, forever young, en una incipiente madurez más que envidiable aunque resulte que no se corresponda con la lógica matemática contando desde la fecha de su nacimiento.

Y es que su longevidad se debe a su peculiar condición de inmortal.

Puede morir, de hecho muere casi en cada episodio, pero resucita, de forma espectacular, como Venus saliendo del agua, y cada vez en el mismo sitio, tantas veces como sea preciso.

Es una serie policial en la que Henry Morgan (interpretado por Ioan Gruffudd) nacido el 19 de septiembre de 1777 es el protagonista que ejerce como médico forense de la policía de New York, con dosis de fantasía ¿acaso la inmortalidad no lo es? y notable sentido del humor que lamentablemente no pasó de la primera temporada y veintidós episodios, que dejan con la miel en los labios.

Como es fácil deducir, Henry Morgan, habiendo vivido una porción de siglo XVIII y enteros los siglos XIX y XX ha estado en múltiples lugares, en variopintas situaciones, ha luchado en guerras, sabe de ciencias y de letras, de artes y de oficios y ha conocido un sinfín de personajes, algunos de notable relevancia histórica y también ¿y quién no? se ha enamorado; todo bajo la maldición que supone ver envejecer y morir a quienes quieres y a los que te rodean en el quehacer diario.

Con este bagaje, enormes dosis de mundología que caben en un maletín de doctor, afronta los problemas desde la perspectiva del que sabe que todo es relativo y enfrenta los casos criminales sin concesión alguna a la piedad. La vida es el bien más preciado y quienes disponen arbitrariamente de la de los demás no merecen ni respeto ni misericordia alguna.

Su trabajo como forense lo complementa con la gestión de una tienda de antiguedades, alguna de las cuales le ha pertenecido, lo que da pie a recuerdos y pensamientos nostálgicos que retroatraen a otras épocas.

Jo Martínez y Henry Morgan en la tienda de antiguedades
Los crímenes de los episodios de la serie siempre tienen un punto de imposibilidad que requiere de las habilidades de Henry para desvelarlo. Jo Martínez (interpretada por Alana de la Garza) es la detective del departamento de policía del estado New York que colabora en las pesquisas y a la que no deja de sorprenderle la sapiencia de Henry y por quien, a medida que avanzan los episodios, siente algo más que veneración.

Las cosas se complican cuando aparece alguien que parece tener la misma capacidad que Henry y que supone una subtrama lineal con mucho suspense.

Otras series peores han tenido segundas oportunidades, algo que se ha negado a Forever, cuando se merecía mejor suerte y a pesar de tener legión de fans que la solicitaron vía redes sociales.

Entretiene y divierte. Y eso de la inmortalidad siempre da que pensar: forever young.