lunes, 12 de mayo de 2014

Un sano delito de celos de Luciano Secchi

Un sano delito de celos es una novela policial italiana a medio camino del whodunit y la novela negra.

Protagonizada por el detective lombardo Riccardo Finzi, transcurre en Milán, aunque de la ciudad solo aparezca el nombre, y se refiere al mundo del arte como goloso medio para un enriquecimiento rápido aunque sea valiéndose de la falsificación o el robo.

Riccardo es un tipo que cae bien, simpatico sin ser irónico, y que resulta de una eficacia, solo justificada por las pocas páginas de la novela, en todo aquello en lo que se encuentra metido: localización de un coche, de un niño, de apartar un moscón a una jovencita...

Se vale de la ayuda de Pina, Giuseppina Parenti, una vecina de cierta edad que le hace las funciones de secretaria y cuida de la intendencia, y de Ciammarica, Giuseppe Marchini, un policía jubilado que hace trabajo de campo y recopila información.

El asesinato de un marchante de arte ubicado en la más inmediata vecindad, tanta como que se produce en el piso de enfrente de la misma planta, es el leit motiv de la historia y centra la trama detectivesca que contiene toques de comedia inteligente.

Y la relación con los sospechosos deparará sorpresas y la relación con la policía también y entremedias Riccardo se inflama como un adolescente con un amor que colma cualquier ambición masculina.

Riccardo vive en Via dei Franchi, 3 bis, en un 6º con un ascensor más veces averiado que veces sale el sol y no dispone de teléfono, compra en rebajas o en tiendas de precios especiales, y no presume de paladar, lo que no le impide que en una cena romántica sea capaz de pedir Chateaubriand y acompañarlo con Chateauneuf du Pape y cuyo disfrute como lector es con los cómics protagonizados por Alan Ford.

Bueno es recordar que Alan Ford es un joven ingenuo, tímido y modesto con cierto parecido a Riccardo Finzi.

Con esta cita sobre Alan Ford, Luciano Secchi se presta al cameo al ser él el creador de este cómic (junto a Magnus, Roberto Raviola) y el personaje parece haberle servido de inspiración como alter ego light del detective Riccardo Finzi: el cómic satiriza sobre el mundo del agente secreto con un enfoque revolucionario (hablamos de 1969) cargado de humor negro con toques surrealistas, que la novela pretende emular sin conseguirlo.

De hecho la novela Un sano delito de celos bien podría ser una propuesta de guión para un nuevo personaje de cómic habida cuenta de lo poco desarrollada que está la trama y lo poco aprovechados que están los personajes. Más que novela se asemeja a un story board escrito en lugar de dibujado.

Su lectura entretiene, lo que a veces ya es mucho, pero a estas alturas y con tanta oferta resulta insuficiente.

De Luciano Secchi conocíamos sus aportaciones en el mundo del cómic, con Alan Ford y principalmente con Kriminal, firmando eso si, como siempre, como Max Bunker, nacido a remolque del éxito de Diabolik, y que presenta a un antihéroe que mata y roba al amparo del anonimato que le facilita un disfraz integral con el dibujo de un esqueleto con el que asusta e impresiona a sus adversarios (que incluso fue llevado al cine: hoy rarezas de serie B solo para frikis).

Y no sabíamos de su faceta literaria; ahora que la conocemos no nos disgusta pero preferimos su andadura por el cómic.


miércoles, 7 de mayo de 2014

El asesino de La Pedrera de Aro Sáinz de la Maza

Cubierta de
El asesino de La Pedrera
El asesino de La Pedrera es de esas novelas que comienzan estando ya empezadas, por lo que la zambullida en el mar argumental es sin saber si el agua está poco o muy fría. No hay tiempo. Solo para emerger y nadar y nadar y no dejar de nadar lo más rápido posible. En ese Mediterráneo que besa Barcelona.

Estamos pues ante una novela trepidante que no da respiro. Un thriller como mandan los cánones que rinde homenaje a una Barcelona a la que implica en la trama convirtiéndola, y no es un tópico manido sino una verdad como un templo, gaudiniano para más señas, en protagonista destacada de la misma. Tanto la Barcelona que se ve como la que se intuye.

Milo Malart, un Camilo que en algún momento y nos tememos que por circunstancias no deseosas de recordar ha abandonado la primera sílaba de su nombre, es el inspector en el que se confía para esclarecer un sonado, espeluznante y osado asesinato amplificado por las redes sociales.

La Pedrera en el Passeig de Gràcia de Barcelona
En el Passeig de Gràcia, la arteria comercial de Barcelona, el asesino ha elegido la emblemática Pedrera para colgar un cuerpo de un balcón y prenderle fuego. El desafortunado, un reconocido miembro de la sociedad catalana, ex conseller de la Generalitat y directivo de La Caixa, estaba vivo en el momento en que alguien decidió convertirlo en antorcha.

Milo está relegado del servicio activo en los Mossos d’Esquadra pendiente de juicio por un altercado con un superior a raíz de no haber asumido un terrible impacto emocional por la muerte de un familiar muy querido.

Y es la jueza Susana Cabot, impresionante personaje dotado de un carisma apabullante y pared maestra de la novela, quien confiando ciegamente en sus aptitudes detectivescas y en su conocida habilidad para empatizar con la mente de los delincuentes lo recupera, contra viento y marea, para participar en esta investigación que amenaza con incendiar también los estamentos sociales y sacar humo de los teléfonos.

Ha de formar pareja con la subinspectora Rebeca Mercader, una atractiva joven con cuestionable predilección por las camisetas con siglas americanas, siglas a las que los personajes masculinos no pueden evitar mirar, que consigue, pese al rechazo inicial por parte de Milo a trabajar en equipo, consolidarse en su función y establecer una relación de sólida compenetración gracias a su demostrada capacidad profesional y a su actitud comprensiva y animosa.

Thriller de profundo calado y enormemente ambicioso que se articula entrelazando dos tramas principales con diversas subtramas que tienden a converger y encajar perfectamente a pesar de lo rebuscado que pueda resultar conseguirlo con algunas de ellas. Para ello se vale de una variada tipología de personajes a los que identifica psicológicamente en base a sus comportamientos sin necesidad de caer en tediosas descripciones físicas.

Personajes que reproducen todo tipo de estereotipos urbanitas actuales: pretenciosos presentadores televisivos para los que la fama justifica los medios, emprendedoras de negocios con más ilusión que habilidades, secretarias con más resolución que algunos ejecutivos, potentados narcisistas de poder para los que la ciudad es una alfombra, esposas que viven del dinero de sus esposos y de la impresión de ser miembros de una casta intocable, policías que entienden que la corrupción solo es censurable cuando la practican otros, psicólogas que entienden la relación con el paciente como alguien que si no juega según sus reglas es un inadaptado, skaters para los que la realidad de la vida es algo que no apetece descubrir, funcionarios para los que el cumplimiento del deber, aún siendo injusto e ilegal, es patente de corso que garantiza su cómplice inmunidad, forenses eruditos dispuestos a cruzar frases ingeniosas como lances de esgrima… y así muchos más.

Riqueza de caracteres; riqueza de situaciones propiciadas por el mundano turismo de verano, por el mundial de fútbol y por la visita del papa; y riqueza de escenarios donde desarrollarlos.

El Calvario en el Turó de Les Tres Creus
en el Parc Güell
Barcelona convertida en una encarnación de Gaudí, a través de sus genialidades arquitectónicas, de sus manifestaciones místicas, de sus proclamas gnósticas y de sus enigmáticas inclinaciones masónicas es tan protagonista directa como lo pueda ser Milo y a la vez el magnifico escenario natural rico y variado donde transcurre la investigación.

Gaudí y la ciudad y sus calles; los edificios y sus fachadas y otros elementos urbanos, acogen las evoluciones de las tramas, los desplazamientos geográficos y temporales y permiten el rápido ritmo narrativo. Imprescindible en una novela de estas características para impedir que la tensión tenga tentaciones de decaer, lo que no sucede en absoluto sino todo lo contrario ya que conduce a protagonistas y a lectores a una extrema y extenuante persecución contra reloj.

Persecución que conduce a un final épico, acorde totalmente con la magnitud de los elementos empleados, que da respuesta satisfactoria al completar el círculo de acontecimientos. Al completar una rueda de la vida donde toda decisión tiene su consecuencia. Y todo acto tiene su porqué.

Milo Malart configura un inspector con una fuerte y compleja personalidad tangencial a la mayoría de tópicos empleados en otras novelas, pero con riesgo a caer en ellos sino se potencian sus capacidades. Como por ejemplo la que demuestra con su práctica del bookcrossing como outsider, reafirmando la independencia de sus actos y evitando cualquier encasillamiento colectivo. O su afición a buscar en los libros de autoayuda las respuestas que ya conoce.

Aro Sáinz de la Maza
Aro Sáinz de la Maza puede estar satisfecho del tiempo empleado para conseguir encajar esta trama poliédrica y para crear unos personajes tan ricos en sus personalidades.

Y aunque el buen resultado es evidente hay que desearle que se atreva a trascender la zona de confort que supone emplear elementos de interés garantizado y arriesgar un poco más saltando del trampolín superior.

Para los amantes de los thrillers assegurarles que, con lo poco que se prodigan los de factura local aparte está de las publicadas por el tandem Garrido y Abarca, esta novela es una muestra saludable de la capacidad de sorprender, deleitar e instruir (las referencias a Gaudí bien merecen un recorrido turístico) que tienen nuestros escritores, que ante la complejidad se crecen.

Dragón a la entrada del Parc Güell
El asesino de la Pedrera conforma un cubo de Rubik, donde cada subtrama tiene su lugar preciso como cada uno de los pequeños cubos con sus coloridas y lacadas caras brillando al sol como escamas de piel de dragón.

Post scriptum: la reseña de la segunda entrega de Milo Malart ya disponible sin salir del blog: Ángulo muerto

jueves, 1 de mayo de 2014

Los Misterios de Laura 3 temporada

Laura Lebrel sigue maravillando a propios y extraños con sus, aparentemente pocas aptitudes para la investigación y sus efectivas y  teatrales resoluciones de los complejos casos criminales que se le cruzan por el camino.

A lo Poirot, pero sobreactuando aún más si cabe, al final de cada episodio con toda la parroquia reunida, sospechosos y policías, tensa y expectante a sus conclusivas revelaciones.

Esta tercera temporada de Los Misterios de Laura reafirma que su fuerte son los argumentos. Tramas, casi siempre, muy bien hilvanadas, con algún desajuste pero habilidosamente laberínticas (a veces hasta extremos casi imposibles) homenaje indudable a Agatha Christie y al género whodunit que tan bien encumbró.

En sus episodios se detectan sutiles referencias a títulos emblemáticos de la Gran Dama del Crimen como Cianuro Espumoso, Muerte en la nubes, o el consabido usurpación de personalidad que da a pie a un magnífico episodio, el 5º, de falso culpable. Y sin olvidar La ratonera, aúnque eso sí, dándole un toque propio y un giro a lo Asesinato en el Orient Express en un guiño, nos tememos, solo al alcance de los seguidores de la pionera Christie.

Fotograma del episodio homenaje a Muerte en las nubes

La temporada acaba como ya hiciera anteriormente, con un doble episodio y una nueva revisitación al concepto de la mítica 10 negritos. Los protagonistas deben enfrentarse a un caso que empezara ocho años atrás y que aún colea y cerrándolo encauzan también subtramas sentimentales que han florecido a lo largo de estos trece episodios .

Martín, Laura y Jacobo, protagonistas principales de la serie

En esta 3ª temporada, (ver aquí la reseña de las dos primeras) la serie se mantiene fiel a su estilo ya expuesto en las anteriores, incluso en la música de ambiente, lo que resulta desesperante para los que esperabamos ajustes que le dieran más rigurosidad profesional a la investigación y por ende más credibilidad.

Sigue sin ser sanguínea y prescinde de planos de violencia impactante; a la vez que mantiene un vestuario de grandes superficies y prescinde de efectos especiales y de recursos científicos y de laboratorio. Todo muy casero.

Tal vez ese tratamiento a la ligera es lo que la convierte en una de las series televisivas más seguidas en España y una de las más vendidas a otros países: Argentina, Canadá y Francia entre otros, entre los que no se cuenta, de momento, Gran Bretaña, tal vez porque tengan otro concepto de la realización televisiva (basta con alucinar con Sherlock por ejemplo).

Seguramente el éxito de las andanzas de Laura Lebrel se deba a esa proximidad, a ese enfoque amable, positivo, pensando para alabar virtudes y no para recriminar defectos; tal vez por eso y ante los desaguisados, meteduras de pata, tropezones y rotura de objetos que se suceden en cada capítulo esbozemos una sonrisa de conmiseración y no un rechazo bochornoso.

La serie alcanza su tercera temporada sin corregir defectos de forma en las interpretaciones y siguen más empeñados en parecer alumnos de artes escénicas que actores y en la investigación más una panda de amigos que resuelven casos delictivos por entretenimiento que unos eficaces y preparados miembros del cuerpo policial.

Siguen resolviendo más casos al hilo de un comentario fortuito, generalmente de la madre de Laura o de algo que llevan los gemelos entre manos, que a través de las pistas que revisan y analizan todos y cada uno y una y otra vez. La solución se sigue debiendo más a la casualidad que a la causalidad.

Claramente han desistido de competir con series extranjeras y para evitar las comparaciones, siempre odiosas y facilmente descalificantes, apuestan por darle más cancha al humor popular casi parodiando a las series criminales más ortodoxas.

Cubierta de la novela:
Laura y el misterio de la isla de las gaviotas

Aunque para humor sin duda alguna los chascarrillos de Lydia: sigue siendo lo más inteligente de la serie.

Y como se hiciera con Castle y funcionara, no han podido evitar el sacar una novela ad hoc 'Laura y el misterio de la Isla de las Gaviotas' de Javier Holgado.

Al parecer ambientada en un tiempo anterior a los episodios televisivos y como tal precuela, aclaradora de la situación actual de los protagonistas (donde se cuenta por ejemplo el matrimonio fallido de Laura y Jacobo).

Algún dia probablemente reseñada en este blog.




Debra Messing
Y aún más, en Estados Unidos se han interesado por la serie y la Warner Productions hará su propia  adaptación 'The Mysteries of Laura', algo en lo que también están trabajando en Holanda y en Italia, y por la actriz elegida: Debra Messing ('Smash' y 'Will & Grace') en el papel de Laura Diamond (o sea Laura Lebrel) parece que van a incidir en la parte cómica, otros actores serán Josh Lucas en el papel de Jake (Jacobo), Laz Alonso de Billy (Martín) y Janina Gavankar de Meredith (Lydia).

Seguramente tendremos ocasión de comprobarlo.

viernes, 25 de abril de 2014

Adarves de rencor de Xaro Cortés


Un adarve es un pasaje estrecho a menudo angosto, umbrío y sinuoso que serpentea entre muros ocasionalmente a cobijo de parapetos y que suele no tener salida lo que obliga a recorrerlo a la inversa; y que junto con otros hermanos llegan a configurar un entramado laberíntico propio de una medina árabe.

El rencor es el recuerdo angustioso que queda por sufrimientos vividos, por penalidades sufridas; es un impulso eléctrico en la memoria que activa una alerta cuando alguna de esas causas está a punto de reaparecer. El rencor es mal compañero de viaje pero a veces es el único que no engaña.

Los árabes sabían de esas penurias y de ahí que para llegar a sus casas recorrieran adarves por donde esperaban que el rencor se adhiriera en las paredes desorientado por los requiebros y no les acompañara al domicilio donde esperaba su familia y que allí solo anidara el júbilo.

De ahí los adarves de rencor.

Adarves de rencor es una novela negra que serpentea entre sentimientos parapetados bajo corazas de rencor y que no ofrece más alternativa que afrontar lo desagradable para limpiar los recuerdos.

Granada, Albaicín. octubre 2003. en La Taberna de Baco (donde se degusta un tiradito de corvina con pisto de frutas de los más sabroso) está Josué Garrigues cuando recibe la llamada de su compañera Amalia que se encuentra junto al sargento de la guardia civil Gaspar Hernández velando un cadáver
.
El cuerpo lleva más de un día muerto; parece una muerte accidental. Los forenses Marcos y Alba están en ello.

Y a partir de aqui se abre un caso en donde la colaboración entre policía nacional y benemérita es necesaria aunque nadie ha dicho que sea fácil.

En donde los forenses tienen mucho más que contar y no solo del muerto.

En donde la relación profesional entre la policia y el poder judicial puede verse afectada por cierta relación extra-profesional.

En donde la adolescencia regresa para marcar el presente, o tal vez no se había ido nunca y esperaba, agazapada, en un adarve, para mostrarse en el momento oportuno a la persona adecuada.

En donde un caso paralelo con narcos es el revulsivo para nuevos despertares.

Xaro Cortés ha escrito una novela negra donde la muerte da pie a una investigación que sirve para afrontar un enfrentamiento físico y psíquico de miedos, rechazos y responsabilidades.

Una novela que entretiene sin pretensiones. Que se lee con facilidad y agradecimiento y que disfruta de un argumento y de unos personajes bien definidos y con personalidades suficientemente complejas y con vida propia fuera del trabajo para dar cabida a la veracidad de lo que se cuenta.

Una vez dentro del adarve es preciso seguir. Impele a continuar para saber a donde conduce. La trama de la novela construida sobre adarves consigue atrapar al lector en su laberinto y recorrerla para conocer el final.

domingo, 13 de abril de 2014

Bookcrossing Sant Jordi Interrobang 2014

Es esta una iniciativa periódica en la que este Blog Interrobang libera libros usados con la intención de que la lectura rule y no acumule polvo.

En esta ocasión conmemoramos el día del libro y la rosa Sant Jordi Interrobang 2014, ofreciendo nueve títulos de género interrobang, variados e interesantísimos.

Ya saben: libros Bookcrossing son libros liberados gratis para quien lo solicite primero y entienda que, como ofrecimiento altruista, se envían por correo ordinario. Por lo que si llegan, bien y si no llegan, no llegan. No se admiten reclamaciones. Sea como fuere el libro quedará liberado, que es la finalidad primera de la iniciativa Bookcrossing. 

¿Cómo pedirlos?

  1. Poner en comentarios que título se quiere si no lo ha pedido nadie antes (la primera petición prevalece) y para que nadie más lo pida.
  2. Enviar email a bloginterrobang@gmail.com para comunicar la dirección postal donde recibirlo (solo península: soy altruista pero no rico).
  3. Cuando recibáis el libro entrar en http://www.bookcrossing.com/ y anotarlo en el cuaderno de bitácora para tener la tranquilidad de saber que Correos funciona, y anotar también cualquier movimiento ulterior del libro para conocer su periplo.
A leer y a disfrutar. La cultura no es un lujo, es un derecho.

Esta selección tendrá vigencia hasta este próximo domingo 20 de abril , momento en que contestaré a todas las solicitudes recibidas, planificaré los envíos y liberaré los libros no solicitados.

Hagan juego, hagan su selección:




Stella Rimington
La invisible
Ediciones B, 373 páginas

Una agente de la CIA misionada contra un terrorista






William McIlvanney
Laidlaw
Península, 250 páginas (no es esta cubierta)

Novela negra más centrada en la investigación, en Glasgow






Lorenzo Silva
El blog del inquisidor
Destino, 247 páginas

Una investigación a partir de un misterioso contenido de un blog






Peter Harris
El enigma Vivaldi
Mondadori, DeBolsillo, 364 páginas

Un thriller sobre el celebrado músico por los canales venecianos






David Morrell
La alianza de las sombras
Vía Magna, 491 páginas

Un thriller con muchas ramificaciones y dos asesinos profesionales






John D. MacDonald
Un adéu d'un blau intens
Edicions 62 (La cua de Palla), 170 páginas en catalán

Novela negra americana clásica de la corriente psicológica






Ray Bradbury
Matemos todos a Constance
Minotauro, 186 páginas

Incursión en el género negro del maestro de la ciencia ficción






Gregg Andrew Hurwitz
No dañarás
Ediciones B, 592 páginas

Un thriller hospitalario alabado en su día por Sue Grafton






Manuel Vázquez Montalbán
Yo maté a Kennedy
Planeta, 181 páginas

La ruptura en la novela negra española, con ella hay un después