Estos días
las noticias sobre el descenso del 30% en la venta de
libros (acumulado 2009 a 2013), sobre todo los de literatura (17%), copan los medios porqué la
tendencia parece irreversible.
Hay temor en
el sector, hay dudas, no asoman los brotes verdes y se carga contra la
piratería como principal culpable. Que seguro que tiene su cuota de culpa en la
disminución de ventas es indudable pero hay una causa subyacente que no hay que
despreciar y es el ratio de lectura por individuo.
Cuando se lee poco... |
Que se lee
poco no es novedad ni noticia, es tradición. Y las tradiciones en España se
mantienen y se perpetúan dentro de lo posible.
En dicho
país, excepto en épocas de República, no se ha oficializado el
fomento de la cultura, al contrario durante muchos años ha interesado una
ciudadanía inculta, por tanto los lectores lo han sido por inquietud propia,
desafiante, por hábito familiar y también por inexistencia de alternativas.
Se lee poco
es cierto pero lo es porque cada vez hay menos lectores. Suena duro pero creo
que es incontestable.
O sea, el
grueso predominante de lectores lo determina un segmento de nacidos el siglo
pasado entre las décadas 40, 50 y 60 (claro que hay lectores más jóvenes, y los
seguirá habiendo).
Lo son porqué
en aquellos años no había alternativa a la gris realidad: solo la lectura
garantizaba la evasión, los viajes de ficción, las aventuras de ensueño, los
amores imaginados. Y quien cogió el hábito ya no lo ha abandonado.
Poca oferta
cinematográfica y encima españoladas, pocos televisores y menos canales:
primero uno y después dos, y pocas horas de emisión. Casi no había teléfonos,
si muchas cabinas (hasta que José Luís López Vázquez nos hizo temerlas).
Caja de Juegos Reunidos Geyper |
Y los juguetes a pilas o ‘Juegos Reunidos Geyper’ y a
jugar. Internet y todo lo que ha supuesto en la creación de un nuevo habitat
relacional no eran ni ciencia ni ficción, simplemente no eran.
Actualmente
solo leen los lectores enganchados, lectores recalcitrantes y generalmente son humanos
analógicos, los nacidos antes del boom digital, y aunque en su vida hayan
introducido elementos digitales (smartphone y pc mayormente) los consideran
añadidos a su ecosistema nativo y por tanto su uso no es determinante, solo
utilitario o consultivo. Y aunque en algunos coexista el e-book siguen
prefiriendo los libros de papel.
Y estos
lectores son los que leen asiduamente y son los que compran libros de forma
habitual. Y estos lectores tienen ya una edad y no hay relevo. Los lectores por
afición lo serán mientras vivan, y aunque siempre habrá lectores, serán cada
vez menos y se leerá de otro modo.
La lectura en
si, las bibliotecas, las librerías, las editoriales, como las hemos conocido
han de cambiar para sobrevivir, han de adaptarse al medio evolucionando su
función primaria y entendiendo que en veinte años (siendo optimista) el
escenario puede ser irreconocible. Hay que poner
en marcha iniciativas de fomento de lectura desde la infancia. Hay que
aprovechar la sabiduría de los mayores. Hay que asegurar la supervivencia
lectora.
Quien sabe,
tal vez una evolución del las Google glass proyectarán los textos sobre las
superficies próximas y facilitarán una lectura instantánea en cualquier lugar y
en cualquier momento.
Cinta de cassette |
¿Acaso no
hemos visto nacer y desaparecer el cassette? ¿y el video beta y luego el VHS?
Con toda su parafernalia: estuches, carátulas, videoclubs, socios…cuando
parecían que habían venido para quedarse. Y ahora resulta que el DVD ya es
viejo con relación al Blu-Ray… Y los USB
almacenan gigas cuando al nacer solo permitían Kb
Desengañémonos
el mundo actual vuela, y no es un avión, ni un pájaro, ni Supermán, es la
tecnología que pone alas a los medios para conocer, saber, evadirse, incluso
viajar físicamente, a bajo coste y con inmediatez.
Y todo, todo
y todo más efímero que un suspiro.
Hogar digital |
Si en un
hogar de clase media formado por una familia de 4, hoy en día se pueden
encontrar cónsolas portátiles y de sobremesa, televisores con decenas
de canales, PC de torre, Portátil, Tablet, algún lector de dvd o
de cd, y se tiene que atender a los programas de debate, las series
de televisión, los e-mails, los twitters, los whatsapp, el Facebook, seguir
tres o cuatro blogs, comentar rara vez en alguno de ellos…. Coexistimos con
máquinas, hablamos con máquinas, vivimos con máquinas ¿Quién tiene tiempo para
leer?
Sólo los
adaptados, los homo sapiens evolucionados del análogico al digital son capaces
de simultanear funciones primarias con terciarias.
¿El homo digitalis nace o se hace? |
Las
generaciones posteriores, homo digitalis, en las que muchos ni tan solo conocen
las teclas y emplean el desplazamiento de pantalla, disponen de múltiples vías
alternativas de evasión. Por tanto ¿si he visto las películas de Harry Potter
para que tengo que leer los libros si ya se de que va? ¿Si veo la serie de
Montalbano por televisión para que tengo que leer los libros y gastarme dinero?
La imagen desplaza al texto.
Leer requiere
concentración y dedicación exclusiva y en cambio se ve la tele mientras se
contesta un whatsapp por el móvil, se consulta el saldo, ridículo, de la cuenta
bancaria por la tablet y se come.
Lectura vs televisión |
Si alguien ha
traducido a imágenes lo que sugiere una novela y lo pasa por la tele, ¿para que
pensar, si ya lo dan hecho? Más fácil, más cómodo y no requiere imaginar, solo
ver. Es ir al mercado, comprar comida y cocinarla o pedir una pizza a
domicilio. No se parecen en nada pero si no tienes paladar no te enteras.
Los datos
demográficos del INI evidencian que a primero de enero de 2014, y en línea con
lo que está pasando desde 2012, ha habido una disminución en el censo de
404.619 habitantes, y en sus proyecciones barajan que esta tendencia a la baja
se mantenga año tras año hasta 2052, pasando de los 46.725.164 de
habitantes actuales a unos 41.558.096.
El relevo
demográfico entre los lectores que se van y los lectores que se hacen presenta
déficit y entre los que se van para no volver están mayoritariamente los de más
edad. Y los que leen suelen ser los de más edad.
En 2013 las
defunciones totalizan 389.699. Solo hay que sumar 2 más 2.
Se lee poco y
se compra menos. Y esto no ha hecho más que empezar.
He visto
cosas que vosotros no creeríais: he visto desaparecer las librerías.