Un cómic goloso de repostería |
Cadáver exquisito (Cadavre
exquis) es el nombre de una técnica de escritura secuencial entre varios
participantes sin conocimiento del texto anterior con lo que al no tener una
lógica continuidad el resultado viene a ser un sinsentido pretendido de antemano.
Fueron los surrealistas los que la pusieron sobre el tapete en 1925.
El cómic Cadáver
exquisito parece coger la esencia de este juego ya que a partir de un
inicio de historia trivial va extrayendo consecuencias a partir de la toma de
decisiones que van conduciendo la evolución de la trama por una sucesión de insospechados
giros culminando en un final absolutamente sorprendente e inesperado si
recordamos dónde y cómo empezó todo.
Zoe, la protagonista, una
joven de veintidós años, trabaja como azafata de eventos para sobrevivir. No se
siente satisfecha ni realizada profesionalmente, como mujer se siente utilizada
y ninguneada por su novio y como persona denota poca capacidad para imponer su
presencia, por ejemplo en el metro, por lo que a resultas de una conversación
existencial con sus compañeras de trabajo decide tomar la iniciativa a la
deriva que está tomando su vida y para su sorpresa se ve contactando con enorme
desparpajo con un completo desconocido.
Lenguaje corporal, mohines y expresiones que valen más que mil palabras |
El trazo del dibujo es limpio
y preciso, heredero de la escuela franco-belga de línea clara y capaz de
comunicar perfectamente todos los estados de ánimo del ser humano valiéndose
con habilidad del lenguaje corporal y en especial las facciones de los
rostros: sus miradas, mohines y expresivas muecas, que sumados valen más que mil palabras.
Juega con la ingenuidad naïf
y emplea colores del todo acertados, que complementan perfectamente las
emociones que transmiten los dibujos, utilizando una paleta de tonos y
semitonos claros e incluso la cuidada elección de la fuente de texto, de escritura manual de Querido diario, es
totalmente acorde con el conjunto de la obra.
Pénélope Bagieu c'est une artiste |
Pénélope Bagieu, la guionista y dibujante, expone, bajo la apariencia de una inocente concesión a la chic lit, una sátira
social que pone de relieve el impacto que tienen en el comportamiento humano las
necesidades insatisfechas, sean reales o inducidas, básicas o caprichosas. Y
reprocha a la masculinidad la necesidad de engrandecer su ego persiguiendo el
éxito y critica no saber gestionar los fracasos como oportunidades, escondiéndose
dentro de un caparazón.
Trata con humor cáustico
al mundo editorial, los premios literarios, los lectores y fans
atraídos por la fama y el pánico del escritor a la hoja en blanco.
Es también una comedia
romántica donde se pretende ser querido por lo que se es y no por lo que se
pueda ofrecer, buscando relaciones basadas en el mutuo respeto que son las
únicas capaces de sacar lo mejor de cada uno.
Y por último es una trama
con intriga y suspense soterrados en donde Zoe representa la antítesis del
prototipo de femme fatale y por ese motivo, siendo la excepción que
confirma la regla, ofrece una reinvención del género negro muy particular e
irónica.
Con tantas temáticas, Cadáver
exquisito, parece una historia escrita por los surrealistas ya que empieza
siendo una cosa y acaba siendo otra completamente distinta, pero contiene tantos
retazos de realidad que evidencia estar construida a partir de situaciones y
anécdotas vividas y, no se engañen, transmite perfectamente su mensaje.
Pénélope Bagieu es sin
duda una artista que seguirá dando muchas más satisfacciones y este cómic, verdadera obra de repostería, es
una lectura imprescindible que no se pueden perder.
Visiten su blog que,
aunque se actualiza irregularmente, contiene gratas evidencias de su facilidad
para comunicar y detalles de su capacidad creativa.