domingo, 10 de marzo de 2019

El intercambio de Rebecca Fleet

Hay quien intercambia su vivienda
con naturalidad envidiable por quienes
no lo harían y no lo harán jamás de
los jamases.

Cada vez más gente intercambia su vivienda por cortos periodos, fines de semana, vacaciones, es una forma barata de viajar a otro lugar y te da libertad de acción. Es como alquilar un apartamento pero sin pagar alquiler. Pero pagar se paga: tu vivienda habitual, con toda tu ropa, tus cosas en tus cajones, tus papeles, tus fotos, tu historia, en fin toda tu intimidad la expones a desconocidos que no sabes cómo se van a comportar ni que van a hacer, ni si sus actos pueden tener consecuencias.

Hay quien por su honradez, su respeto hacia lo ajeno y sus nobles intenciones cree que los demás actuarán igual. Y puede ser que si o puede ser que no. Esta novela es un claro exponente.

Caroline y su marido, Francis, están intentando superar lo que empezó siendo un bache y ha acabado siendo un profundo agujero en su relación, por eso cuando, a través de una web de intercambio, Caroline recibe un email que le propone una casita cercana a Londres y en una zona residencial, no duda en aceptar a fin de comprobar si su convivencia marital es algo deseado y no solo soportado. Y se preparan para afrontar su semana decisiva.

El intercambio es un thriller de suspense psicológico que busca ahondar en la incomodidad de ceder tu hogar y habitar uno ajeno en un momento donde está en juego salvar tu matrimonio, y en la complejidad de las relaciones humanas.

Y lo consigue mediante el recurso literario de intercalar capítulos del pasado, ese en donde se inició el derrumbe familiar, con presente, este en el que se encuentran reconciliándose en casa ajena, para ir desmenuzando un argumento que resulta convincente.

Rebecca Fleet
Rebecca Fleet desarrolla con gran habilidad, potencia y de forma muy verídica la compleja relación de una pareja en la que Francis tiene un derrumbe que arrastra a Caroline quien se resiste a sucumbir pero a la que acaban fallando las fuerzas en su intento de salvar a quien no quiere ser salvado.

Recelos, dudas, traición, todo converge y se sucede casi sin remedio. La autora describe los sentimientos contradictorios que afronta Caroline y su necesidad de ser considerada persona y mujer, con inquietudes y deseos. Y es aquí donde el aspecto psicológico se luce. Se diría que la autora está bajo la piel de la protagonista, lo que no sucede lamentablemente con el resto de personajes.

Al resto de la trama, la que daría pie al suspense, le cuesta aparecer, más asentarse y no acaba nunca de despegar y eso se debe a que los giros, bien pensados, tienen corto recorrido para desarrollar todo su potencial.

martes, 5 de marzo de 2019

Azul Venezia de Marina G. Torrús

Un cautivador thriller noir
lleno de suspense, ambientado
en la exquisita Venecia de 1716.

Cuando se trata de morir no hay mejor lugar que Venecia, claro que nunca se está preparado para la muerte y esas frases rimbombantes solo se pueden lanzar cuando ni se la imagina ni se la desea.

En otoño de 1716 Giovanni Sforza y su hija Catterina, Cattuccina, encuentran el cuerpo agonizante de una bella joven acompañada de las temblorasas luces de unas velas en una puesta en escena que embellece, elevando a la categoría de arte, el macabro hallazgo.

El tiempo demostrará que no es un hecho aislado y el cerco hacia el asesino se irá estrechando en esa flotante ciudad habitada por huidizas figuras ataviadas con máscaras tan bella como lo es su arquitectura y decoración de los palazzi y el etéreo deslizarse de las góndolas sobre las aguas de la laguna y de los canales.

Venecia es, por aquel entonces, un puerto donde recoger valiosas mercancías importadas, un lugar donde impera una suerte de inquisición que manosea la ley a voluntad, donde la diferencia de clases lo es todo, donde el posicionamiento social da libertad a las más lujuriosas acciones y donde todo el mundo, aquí no hay distinción, detiene su avance solo mientras duran los cantos de la jóvenes huérfanas de L’Ospedale della Pietá: voces de ángeles en cuerpos de deseadas adolescentes, cual ninfas terrestres que comparten época con sus hermanas acuáticas, las nereidas.

Azul Venezia es un preciado color. Toda Venecia es luz y color. Desde el despuntar del alba, con los primeros rayos de sol, con las verticales sombras del mediodía y con los tenues brillos del atardecer, Venecia es una paleta de colores que Antonio Vivaldi incorpora a su música y las jóvenes cantantes los convierten en sonidos de una serena belleza. La belleza de la Serenísima.

Azul Venezia es un thriller elaborado a partir de una prolija documentación que asombra por su precisión histórica y cautiva por su capacidad por desarrollar una intrigante historia noir perfectamente plausible y verosímil hasta extremos insospechados.

No rehúye la crítica sobre el duro día a día para las clases pobres, sobre el momento político del Mediterráneo y sobre el papel de la mujer en esa sociedad y el empleo de su capacidad de seducción como poderoso medio para alcanzar fines. No evita caer en la tentación de incorporar ese episodio amoroso que, en cualquier lugar del mundo pero especialmente en Venecia, no puede dejar de darse cuando el apasionamiento rige los actos de las personas.

Marina G. Torrús
Marina G. Torrús ha escrito una maravillosa obra para lucimiento de unos personajes llenos de fuerza, espléndidamente dibujados en cuerpo y alma y que dan voz a una historia coral que embruja desde el momento cero igual como hace la ciudad con todo aquel que la visita. Ciudad, Venecia, que como no podía ser de otra manera, se convierte en el personaje más relevante de la trama.

Visiten esa Venecia noir y mejor si pueden acompañar la lectura con la música sacra de Vivaldi.

domingo, 3 de marzo de 2019

Cuentas pendientes de Susana Hernández

En un ajuste de cuentas noir
entran varias personas pero
solo sale una.

Saldar cuentas pendientes es algo que ennoblece, es garantía de tener palabra y de cumplir compromisos. Ajustar cuentas pendientes tendría otro significado y todo depende de qué tipo de cuentas sean y de cómo se ajusten.

Cuentas pendientes resuelve la trilogía que protagonizan la subinspectora Rebeca Santana, con Miriam Vázquez de compañera policial y con Malena Montero de compañera sentimental.

Una entrega con mayor énfasis en el aspecto psicológico de los personajes. Ya nos las habían presentado pero es ahora cuando se puede decir que por fin las conocemos.

Y de eso tiene buena parte de culpa el hecho de que el pasado no se quede atrás, sino que, sádico juguetón, se antepone al futuro y lo suplanta. Es en ese momento cuando surge el conflicto emocional y cuando las heridas no cerradas vuelven a sangrar amenazando males mayores que no se puedan curar.

El argumento se desarrolla en varias tramas y pequeñas subtramas en una historia rica, muy compleja y dinámica. Muy policial y muy humana. El destino teje caprichosamente y el tapiz resultante sorprende por inesperado y espectacular a la vez.

Susana Hernández
Susana Hernández no se amilana con los temas y, como en este caso donde la trata de menores es sobre lo que pivota todo lo demás, los afronta en toda su crueldad pero cuida con delicadeza a las víctimas, que ya han sufrido lo suyo, y centra el punto de mira en el culpable, ahí la parte policial, y en la sociedad que lo encubre, ahí la parte negra.

Igual que un maltratador hace lo que hace por el bien de quien es objeto de su ira: quien bien te quiere te hará llorar. Igual que un cura pederasta culpa al demonio que habita en el menor de sus pecados de carne.

La autora sabe contar las cosas empleando las palabras justas, no rehúye mostrar la más abominable maldad pero no necesita luces ya que le basta con las sombras, domina perfectamente el tempo narrativo y consigue unos finales de infarto. Y en esta entrega especialmente.

Cuentas pendientes concluye, y bien podría ser definitivamente, la serie que se inició con Curvas peligrosas y continuó con Contra las cuerdas (ambas reseñadas en este blog: pinchen sobre el título para acceder).

Parece que en nuestros oídos solo quedará el eco del rugido de la Harley y en nuestros corazones el placer de haber compartido las vivencias de unas excelentes profesionales que solo por ser mujeres y por defenderlo y por reivindicar su condición de amar y ser amadas por quien quieran ellas, reciben resquemores y oprobios, cuando no desprecio directamente.

La vulnerabilidad es el olor a sangre para el depredador. Hay que mostrar firmeza aun cuando sea solo apariencia. Mostrar libremente su condición es un derecho de todas las personas, mal que pese a muchos y que hay que seguir apoyando porque solo ha iniciado su andadura y ya hay quien amenaza con romperle las piernas.

Lean esta trilogía y dejen que este tipo de noir con rostro humano les impregne de toda su esencia. Y háganlo por orden de publicación ya que los personajes son sus circunstancias.

lunes, 25 de febrero de 2019

La verdad y otras mentiras de Sascha Arango

Un psicópata perfectamente
integrado.

Henry Haiden es un triunfador: escritor best-seller, con la esposa perfecta, una amante excitante, un editor entusiasmado, un coche deslumbrante, un perro grande y tranquilo, un casa rodeada de campos y aislada de multitudes, un ser nada endiosado por la fama, amable, atento y cordial. Siempre dispuesto a estampar una firma, sempiterna sonrisa en los labios y alguien capaz de ayudar a quien convenga sin esperar el consabido agradecimiento.

Sin embargo su vida podría ser un fraude y su simpatía un escaparate para mostrar lo que interesa y esconder lo que no conviene que se sepa.

¿Puede un psicópata experimentar episodios de bondad esporádica?

Inevitable evocar, salvando las distancias, al Tom Ripley de Patricia Highsmith. El malo que parece bueno. A quien hay que odiar y sin embargo consigue caer bien. Un canalla encantador. Un asesino a quien se le podría reír el crimen como si fuera una gracia. Un psicópata perfectamente integrado. 

La verdad y otras mentiras es un thriller psicológico hábilmente construido para que el lector dude una y otra vez sobre lo que sucederá y especialmente sobre lo que hará el personaje. No deja dar nada por sentado. La incertidumbre guía los pasos y eso hace que la lectura sea terriblemente adictiva y emocionante.

Y por eso es también una novela negra de enredos tragicómicos, que consigue que las mentiras sean más convincentes que la verdad y donde, como en un escenario de circo, se sucede el más difícil todavía y cuando ya parece que no puede superarse se oye el redoble del tambor subiendo en intensidad para anunciar que aún hay más.

Sascha Arango
Sascha Arango escribe guiones y eso se le nota en la redacción de esta novela donde el cliffhanger está presente al final de cada párrafo y no de cada capítulo como suele ser habitual. Una opera prima absolutamente prima donna.

El ritmo viene marcado por los pensamientos del protagonista que no tienen porqué coincidir con sus actos ya que incluso estando narrada en primera persona enmascara lo que le conviene que no sepamos. El narrador siendo el protagonista se reserva lo que quiere y enfatiza lo que le da la gana que para eso es quien lo cuenta.

Lo bueno de enfrentarse a un puzzle es que nos va a entretener, lo mejor de enfrentarse a uno en el que las piezas sean hexágonos regulares, o sea todas con la misma forma y encaje, es que nos va a entretener, hacer pensar y a gratificar enormemente su avance.

Así es La verdad y otras mentiras, el mejor título que esta obra podía imaginar, una lectura que gratifica todos los momentos que se le dedica. Y de su contenido no les hablo, mejor lo descubren ustedes y lo disfrutan tanto como lo he hecho yo.

Por cierto, Brian de Palma, que lleva años alejado de la industria, está dispuesto a versionarla en film y se habla que el propio Sascha podría encargarse de la adaptación lo que, habida cuenta de su trabajo, es una gran noticia.

jueves, 21 de febrero de 2019

Polar de Víctor Santos

"Este camino no tiene arco iris"

Aquello que empezara siendo una web còmic gratis de actualización semanal, por allá 2012, poco más que para frikis, es hoy una película disponible, desde el pasado 25 de enero, en Netflix, después de despertar el interés de Dark Horse que la tituló Polar: came from the cold.

Polar es una suerte de spin off de Black Kaisser un cómic que solo vio salir a la luz un número cuando su protagonista aún podía dar mucho más de sí. Como ha sido el caso, primero en cómic y ahora en una película.

Bizarra, tarantiniana en mucho, deudora de James Bond (ese malo, malote), evocadora de súper-héroes, psicológica: el bueno es un malo, cine de Hong-Kong, cine negro francés con estética nouvelle vague, hay de todo pero muy bien conjuntado, porqué los orígenes siempre son mestizos.

Serie B, pero B en mayúsculas. No como demerito sino como marco en el que cabe todo y más, en el que la acción, el color, los diálogos no tienen que responder más que al nivel de creatividad de quien lo realiza. Los medios al servicio de la imaginación. PULP TOTAL.

Esta fiel adaptación del cómic Polar: surgido del frío de Víctor Santos la dirige Jonas Åkerlund y tiene a Mads Mikkelsen como protagonista absoluto y una breve pero decisiva intervención de Richard Dreyfuss, se nota que la apuesta por esta obra indie ha despertado interés. Y con razón.

El cómic de Víctor Santos
Polar, como se denomina en Francia al género negro, es un film noir con garantía de entretenimiento, suspense y acción, mucha acción, sangre y venganza. La elíptica escena de la decapitación es de lo mejor que se ha visto en cine.

Duncan Vizla, conocido como Black Kaisser, un espía inexpresivo, reflexivo y calmado, de cuando la guerra fría y que perdió la sonrisa no sabe dónde ni cuándo, está a punto de jubilarse sin saber que la letra pequeña de su contrato estipula que si fallece antes de la fecha y no tiene herederos declarados el capital que se le adeuda, en su caso algunos millones de euros, se reinvierte en la empresa, la empresa Damocles.

Mads Mikkelsen
Empresa que atraviesa problemas de liquidez y Mr. Blutt, el gerente ejecutivo, está dispuesto a lo que sea para sanear su balance y si no puede ser con un ERE legal será con uno ilegal aunque sea liquidando sus activos.

Para ello cuenta con el Equipo A, un despropósito de comando de gatillo fácil que cree que alguien de edad jubilable forzosamente ha de ser una víctima fácil y todo un ejercito por si fuera menester. Nada más acertado. Y si no vean hasta dónde puede llegar este alter ego de John McClane.

Para gozar.

jueves, 14 de febrero de 2019

La humanidad velada de Karine Vivier

La humanidad velada es lo que queda
de las personas cuando se ven
al trasluz.

Es ésta una novela negra, más bien un thriller psicológico, de las que últimamente vamos bien servidos y cuando hay tanto mezclado es difícil sobresalir. Karine Vivier lo intenta con un argumento cuya trama se desarrolla en tres historias, cuyo relato va alternando, y que muestra los sinsabores de unas vidas deshumanizadas según los estereotipos a los que no tiene acostumbrados la sociedad.

Un matrimonio que ha perdido una hija y está a punto de perder también su relación, una madre viuda y su hija que ahora son tres con la incorporación de la nueva pareja de la madre que no busca, precisamente, formar una familia feliz y un convicto por homicidio, siendo la víctima una niña, que está a punto de reinsertarse y las dudas lo poseen.

La rotura de la infancia, en algunos casos de forma irreparable, en doblemente femenino al ser tres niñas el eje sobre el que pivota cada historia, y el modo de enfrentarlo para quienes quedan, tiene ese regusto amargo que la novela busca, persigue y lo consigue, cuando en el fondo de la garganta lo que regurgita es bilis y su sabor permanece pegado y no se va ni lijando.

Aún y así la autora no muestra lo sórdido, lo deja a la imaginación, e incide más en cuanto de maquiavélico tiene el destino al enlazar las tres historias sin llegar a mezclarlas. Dejando a su vez, a la imaginación, el que pueda imaginarse como se hubiesen desarrollado las vidas de esas gentes de no suceder lo que aconteció y que los ha llevado a estar dónde y cómo están y a ser lo que son. Unos pocos minutos suponen la rotura de la normalidad.

La humanidad velada es lo vemos de las personas cuando se ven al trasluz. Cuando imaginamos que son personas por que intuimos su forma, a través de un cristal translúcido, velado. Pero aunque sean personas, y obviamente humanas, no sabemos cuánto de humanidad hay en cada una.

El sentimiento de culpa, hecho aparte de culpabilidad probada y hecho aparte de ser culpable por voluntad o involuntariamente, y como mina y destruye por dentro proyectando hacia fuera es de lo que trata esta novela.

Tres protagonistas principales y unos satélites cuyas vidas se rozan circunstancialmente y cuyos destinos están condenados a unirse. ¿Se puede salir indemne de una relación altamente tóxica? ¿Puede la persona deshumanizarse y humanizarse a voluntad?

La escritora busca dar respuesta a esos interrogantes y lo hace facilitando una lectura ágil que no ahonda en los detalles, solo los justos para ir conociendo las personalidades de los distintos protagonistas y consigue, con solo esbozarlos, unos retratos que dan idea suficiente de con quien hemos topado.

Karine Vivier
La redacción de Karine Vivier es directa persiguiendo imitar ese jadeo cuando el esfuerzo supera el linde de lo controlable. Cuando el ritmo del corazón se acelera sabiendo que el final se acerca.

Una novela corta, concisa y directa; hoy que las novelas se venden a peso y se rellenan de páginas y no siempre de contenido se agradece esta honradez de ocupar lo justo para contar lo que hay que contar.

Una ópera prima que conviene tener en cuenta. Estamos ante alguien con mucho futuro.

domingo, 10 de febrero de 2019

La novia gitana de Carmen Mola

Best Seller Noir en toda regla.

La novia gitana tiene todo para agradar a todo tipo de lector. Reúne los mejores ingredientes de las mejores obras y consigue una obra distinta en la uniformidad del género y manteniendo sus señas de identificación.

Tiene los rasgos top de las novelas negras top: asesinato con un modus operandi peculiar pero extravagante en su búsqueda por la originalidad; infancia tortuosa y deformadora hasta la psicopatía de una mente normal; un equipo policial de variadas aptitudes complementarias y brillantes; un joven policía con ambiciones que sintiéndose menospreciado está dispuesto a reivindicarse; un policía jubilado con información vital que no es fácil recordar; la desesperación de la inspectora protagonista que no alivia ni la grappa ni un escenario de karaoke; el proceso de duelo inconcluso de una tragedia familiar que se ha convertido en pesadilla; una etnia prejuzgada y condenada de antemano por ser quien es; música de los ’60 con las letras de una cantante idolatrada y a la vez maldita; sexo sin prolegómenos como catarsis terapéutica; una trama maquiavélica con una pizca de religión ancestral y un pre-final y un final que,…

Y con esos mimbres de siempre sale el cesto habitual para la compra pero en lugar de mostrarse en el escaparate de una cestería lo hace sobre una pasarela en un desfile y encandila y absorbe los flashes de la crítica siempre dispuesta a encumbrar con inusitada facilidad y rapidez.

Se le podrían ver los costurones y los remaches empleados para conjuntar tanto de tan distinta procedencia y sin embargo no se notan y resulta una obra muy apañadita y tan resultona como para atrapar por la pechera y notar su aliento a centímetros y aún así continuar. Un pasa páginas en toda regla.

No nos vamos a engañar: atrapa, entretiene, resulta interesante, culturiza y deja ganas de más. Visto lo que se publica hoy en día a nadie le amarga un dulce, aunque no sea casero.

La novia gitana habla de un asesinato espeluznante y brutal se mire como se mire, de una joven de este pueblo que está pronta a casarse. Lamentablemente no aprovecha para ahondar en él pueblo gitano, excepto por cuatro tópicos, por lo que podría ser perfectamente inuit y valer igual.

La peculiaridad del método empleado subleva a los componentes del equipo que conforma el BAC (Brigada de Análisis de Casos) y en especial a su jefa la inspectora Elena Blanco que se conjuran para esclarecer el caso y detener al monstruo capaz de desplegar tanto sadismo.

Carmen Mola, seudónimo de quien no quiere que nadie sepa más, ha escrito una novela intrigante, de trama muy bien desarrollada y ajustada al tempo preciso, para ello emplea adecuadamente la documentación con la que da veracidad a los hechos que la precisan y no satura de vocablos específicos ni de descripciones innecesarias: lenguaje plano, directo y al grano.

Una trama más televisiva que literaria pero que funciona a la perfección.

Ya se ha publicado una nueva entrega protagonizada por la BAC y que lleva por título La red púrpura. Habrá que leerla.

martes, 5 de febrero de 2019

De perros y de huesos de Colo

Una historia de historias.

Lavapiés, Madrid, pero podría ser un barrio de Marsella, o una zona de Brooklyn o la periferia de París o el Raval en Barcelona. Lo que se cuenta no tiene patria ni bandera, ni tampoco gente especial: solo gente como con la que nos cruzamos en la calle o yendo en coche.

No son personajes castizos de una zona geográfica sino castizos de una forma de vida: de entenderla y de sobrevivirla.

Un comic que entrecruza el costumbrismo con el género negro, que sorprende con giros que ayudan a reforzar, si cabe, la trama en donde los personajes, todos absolutamente carismáticos y absolutamente creíbles, son los verdaderos protagonistas. El Turco forma parte desde el momento de darse a conocer del imaginario comiquero por excelencia.

Unos personajes que nos parecen conocidos por ser habituales en films de Spike Lee, salvando el color, y sobre todo de los hermanos Coen. Próximos y a la vez lejanos pero siempre presentes.

Una historia de barrio.
De perros y de huesos es una historia de historias donde todos buscan sacar tajada, una estructura piramidal desde el tráfico al trapicheo, donde cada uno tiene su rol y que enlazando unas entradas en escena con sus correspondientes salidas no faltan guiños a Tarantino, incluido su Sr. Lobo.

Una historia de tráfico de drogas y consumo, en la que no puede haber sensiblerías y entre la que destaca un pintor, Suso, al que Boris le encarga la confección de un mural en el sótano de su pub en el barrio de Lavapiés. Una jirafa entre ceñudos y cabizbajos ñus.

Una historia que no explica nada nuevo y donde lo nuevo es la forma de explicarlo. Hay muchas formas de ser original y en este género tan trillado, Colo opta por la eficiencia en lugar de la eficacia.

Colo
Jesús Colomina Orgaz, Colo, el autor, demuestra que le apasiona el dibujo y que no le va el convencionalismo. Se inventa su propio estilo, donde prima la bis narrativa pero sin renunciar a ser creativo y obtiene un resultado tan personal como fascinante; incluso en la presentación de los bocadillos de los diálogos, esa transparencia velada que hace que las voces se despeguen de la página y se oigan en sonido envolvente.

Un debut de alguien que ha arriesgado y que supone una magnífica noticia para los amantes del comic y, en este caso, del noir, del que, sin desprenderse de su esencia, consigue trascender su previsibilidad. Una obra inteligente, con diálogos muy cuidados y un grafismo excepcional y un final redondo. Ojalá haya venido para quedarse.

Háganse con él pronto que ya saben que cada vez las tiradas son de menos ejemplares y prácticamente no hay reedición.

sábado, 2 de febrero de 2019

París de Luz Mairal

París de Luz Mairal

Dice la sinopsis que “París es la historia de un policía llamado Martín que es destinado desde Madrid a una comisaría de la capital francesa para resolver distintos casos de asesinatos, violaciones, robos y demás actos de violencia. Allí comparte investigación con otra policía llamada Aitana. Entre los dos surgirá una bonita química, además de mucha complicidad...

Y ya su contenido y su redactado deberían, cuando menos, despertar sospechas. Ese demás actos de violencia, esa bonita química

Distinguía, Julio Cortázar entre un montón de hojas impresas y un periódico. Cuando alguien leía su contenido, era un periódico y mientras permanecía sin atención era solo era un montón de hojas impresas.

París es un montón de hojas impresas y así permanece aunque se lea. No consigue superar el escalón que le pueda dar status de novela.

Su lectura, realizada desde la posición de profesorado o tutoría, destacaría un proyecto de secundaria con posibles.

Su lectura como ejercicio en un club de escritura reconocería el mismo entusiasmo e interés que llevó a restaurar Ecce Homo.

Poco más se puede decir. Nada en su lectura es consistente: un argumento endeble; una trama ausente que se va construyendo como quien añade legos, pieza sobre pieza; una puntuación deficiente, recursos literarios inexistentes, personajes planos y toda la lectura soportada por diálogos: prácticamente ocupan el 90% del texto e inconsistentes cuando no fuera de tono y lugar…

Su redactado es apresurado, urgente; no guarda las distancias, no deja espacios a la literatura.

Su publicación es dolosa por cuanto puede generar falsas expectativas y asentar cierta autocomplacencia a alguien que demuestra ganas pero que tiene un largo camino que recorrer, escribiendo mucho, leyendo todavía más y escuchando a quien pueda ayudarla a extraer lo que de bueno tiene todo escritor.

jueves, 31 de enero de 2019

Entre dos mundos de Olivier Norek

Novela negra con migrantes
con nombre y apellidos
y no como colectivo anónimo.

Está el mundo de sofá y televisión y el otro. El de televisión permite cambiar de canal ante una visión no deseada; el otro, el que es esa visión no deseada, no puede cambiar de canal y tiene que seguir adelante con lo que pueda.

Los migrantes de una zona en guerra sufren más que los muertos que dejan atrás: esos ya no sufren. Los que huyen en busca de comprensión, ayuda y asilo sufren una muerte en vida a cada instante y ser humillado, robado, violado, explotado, a veces es mucho peor que morir.

Entre dos mundos es una casi historia policial que sirve de puerta de entrada para un reportaje periodístico de dramático contenido sociológico y enfoque humanitario que recorre las vicisitudes de unos migrantes con nombres y apellidos.

Están los migrantes que lo intentan y caen en el camino, los que logran pasar de la primera casilla pero se estancan en un pozo sin fondo, los que aún pueden avanzar un poco más pero que al final, sin medios, se resignan y aquellos que logran acariciar una promesa de mejoría.

Y están los otros migrantes: los que se aprovechan de los débiles, los que se enriquecen explotando el dolor ajeno y los que satisfacen sus primarios deseos tomando lo que desean a cambio de algo o de nada.

Y están las organizaciones humanitarias, las autoridades locales y las fuerzas policiales, y están los deseos y las órdenes, el deber y la ética.

La Jungla, en la costa francesa de Calais, es donde malviven los que ven el Canal como el último obstáculo para volver a ser personas enteras. Inglaterra se antoja el paraíso. No saben de las disputas de los grandes partidos políticos europeos, no saben del Brexit, no saben de economía a escala mundial.

Olivier Norek
Olivier Norek elabora una novela extraída de la realidad con la que sacude conciencias; las salpica con el agua que golpea las pateras, con la sangre que surge a chorro de una herida cortante, con las chispas del fuego de los incendios, con las cenizas de los cuerpos quemados, con el barro en donde se asientan insalubremente los campamentos.

Y conmueve, reivindicando la amistad, la solidaridad, el afecto sincero, el gesto noble y altruista. Aún en los estercoleros pueden nacer flores
.
Un relato río que a partir de la huida de Siria de Nora y Maya, a las que tiene que seguir Adam, si es que puede escapar, va evolucionando en una historia de desesperación y lucha que va integrando nuevos personajes a medida que avanza la trama y cuyo desenlace no es más que un momento agridulce de esta gran tragedia.

domingo, 27 de enero de 2019

Despiértame para verte morir de Miguel Aguerralde

Un juego de espejos
donde lo que se ve
puede no ser lo que se refleja.

Si quisiera producir un buen vino, uno que saliera de lo corriente, debería estudiar a todas horas, aprender de los mejores, confiar en quienes atesoran experiencia, catar muchos, aprender a distinguir e identificar aromas, sabores y colores; debería andar entre viñedos, comer entre viñedos y hacer el amor entre viñedos.

Obsesión no enfermiza: garantía de esfuerzo, perseverancia y ambición para lograr un objetivo.

Miguel Aguerralde sabe cómo adecuar el tempo al ritmo narrativo: no tirar demasiado pronto y soltar hilo para irlo recuperando y mantener la atención de tal modo sujeta que ya nada pueda liberarla.

Y leyendo Despiértame para verte morir se constata, como cuenta él, que todo esto lo aprendió desde pequeño gracias a su madre cinéfila. Su perseverancia y su ambición hicieron el resto.

Despiértame para verte morir es una novela negra, si; y un thriller, también, pero ante todo y sobre todo una novela de suspense psicológico.

Un recorrido, a tumba abierta, por los retorcidos procesos mentales que Marcus Crane genera, ni que sea involuntariamente, y que no puede detener.

Obsesión enfermiza: garantía de inestabilidad, desasosiego e incapacidad para discriminar acciones.

Marcus Crane ofició como fiscal en el juicio por el asesinato, eufemismo a falta de palabras para describir el horror, de Penny Lane. Ricardo Richie Santoro, el Chino, a todas luces culpable, fue declarado, efectivamente, culpable y condenado a muerte. En la silla eléctrica.

Durante el proceso, la investigación, los análisis y los interrogatorios fueron tan exhaustivos y pormenorizados que el estado mental de todo el equipo del Fiscal General, incluido éste, Marcus, quedó seriamente comprometido. La impermeabilidad que se supondría inherente a un cargo de esta función no resultó ser todo lo estanca que debiera.

Y ahora, dos años después del juicio y uno desde la ejecución, todo parece revivir. El pasado nunca se desvanece del todo y siempre permanece como sombra alargada del presente.

Todos los implicados o tienen pesadillas o arrastran secuelas de aquel proceso y unos hechos recientes y espeluznantes llevan a sospechar de que Richie Santoro sigue vivo y amenazante y las voluntades se quiebran ante tanto horror.

Despiértame para verte morir es la macabra y retorcida forma que tiene el cerebro de actuar como despertador. Un instante en el que, con las sinapsis aún en trance de conexión, sé es quien se cree que es y no quien quiere creerse ser.

Justo en el momento de despertar, nuestro cerebro aún no ha tenido tiempo de engañarnos y por tanto lo que hay, por improbable que sea, ha de ser la verdad. Una especie de juego de reflejos que tiene ecos en realizaciones de Brian de Palma, ese discípulo aventajado del gran Alfred Hitchcock.

Miguel
Aguerralde
Miguel Aguerralde, con varias novelas publicadas, se posiciona con ésta encima la delgada línea roja que supone la diferencia entre la cordura y la locura. Bucea en la psique intentando discriminar entre procesos conscientes e inconscientes que puedan llevar a entender el sufrimiento de una mente sometida a tanta tensión.

Un thriller pasapáginas con un argumento de fuerte contenido psicológico que horroriza y atrae a la vez. Y es que, en el lado oscuro, sin luz, todo es negro.

domingo, 20 de enero de 2019

Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon

Trama criminal en vivienda aislada
por una copiosa nevada.

Novela de intriga y misterio de ambiente navideño y lúgubremente festivo que transcurre durante el día de nochebuena y la mañana de Navidad en medio de la nada y sin nadie alrededor.

La nieve, de ahí el título Misterio en blanco, es la principal protagonista y el desencadenante de todas las situaciones. Qué duda cabe que sin su presencia esta novela no hubiera existido.

Del mismo modo que por sus escenarios: vagón de tren, campiña, casa y su jardín facilitarían enormemente su adaptación al teatro, que a buen seguro contaría con público entusiasta habida cuenta de que la novela se basa en pocos escenarios, muchos diálogos y poca acción.

6 son los ocupantes del compartimiento del tren que ve detenida su marcha por culpa de la fuerte nevada que no para de caer desde hace horas y que tiene previsto continuar bastantes más. Lejos de resignarse a pasar la noche en tierra de nadie deciden salir y emprender la, penosa y dificultosa, marcha hacía la próxima estación donde esperan encontrar medio de continuar el viaje.

Por suerte y cuando el cansancio y la dificultad para orientarse propiciarían un abandono se dan de bruces con una casa que, vacía pero acogedora, parece estar dispuesta para unos invitados inesperados.

El ambiente es inquietante y todo apunta a que sucesos trágicos han sucedido hace poco y aún pueden suceder.

Una trama criminal en vivienda encerrada y con nieve que impide el desplazamiento y que Agatha Christie bordaría y que Jefferson Farjeon se conforma con dar pespuntes.

Si en cambio presenta unas personalidades bien definidas y mejor trabajadas que brillarían más si algunos de los diálogos no resultasen confusos y algunas de las actuaciones fuesen más lógicas.

La trama se centra en la situación personal y colectiva del grupo y hacia el final parece recuperar la compostura criminal y culminar de forma cuando menos agradecida, aunque toda la explicación tienda a exponerse de modo que implique credulidad y sumisa aceptación por la parte lectora.

Obra, publicada en los años ’30 del siglo pasado, representativa del planteamiento criminal folletinesco donde prima más el entorno y la atmósfera que la trama policial. Entretiene y divierte siempre que su lectura se ponga en contexto.

Jefferson Farjeon (1883-1955) es el autor de ésta y otras sesenta novelas más de género más de misterio que policiaco, una de ellas, obra de teatro, fue adaptada al cine por Alfred Hitchock.

domingo, 13 de enero de 2019

Los Bárbaros nº12/13 Especial Género Negro

Los Bárbaros en Nueva York:
Especial Género Negro

Nueva York, New York, New York, I want to wake up..., Nueva York es La Ciudad que Nunca Duerme y también La Gran Manzana, Ciudad Ficción, Starling City, Star City, Central City, Sin City, Metrópolis e incluso, un contrasentido en contraposición a su luminosidad, la oscura Gotham City.

Nueva York siempre queda distante; aunque se esté en sus calles no hay percepción de estar en la propia ciudad y es que hay tanta disparidad que parece un conglomerado de distintas ciudades. Y es que Nueva York no es una ciudad: es un estado mental.

Lo mismo pasa con el género negro. El color negro puro no existe en la naturaleza, y por eso no hay un único noir. Matices, tonos, gradaciones hacen que haya distintos noir y la selección de quienes firman cada uno de los textos recopilados lo hace evidente.

Cada relato de Los Bárbaros, 43 en total,  proyecta su historia sobre esa gran pantalla que es la Gran Ciudad y cada personaje, como en La Rosa Púrpura de El Cairo, sale de la ficción para darse de bruces con la realidad.

Quienes escriben saben que no es fácil condensar una historia en tan pocas páginas, se requiere un cambio de registro, un sprint, economía de palabras, claridad de ideas, definición del mensaje. Aquí el medio también es el mensaje.

Con tantas voces es normal encontrar distintos enfoques y distintos modos de echar el cierre a un planteamiento. Hay relatos que relucen y se ven venir a la primera; los hay que, piedra en bruto, hay que quitar capas para llegar al meollo; los hay con final abierto, cerrado e incluso sin final y es que la mayoría son fragmentos de una realidad incierta pero veraz. Y si la vida no se acaba y aún van a presentarse muchas más de esas secuencias, tampoco se va a acabar un relato.

Relación de quienes han aportado su relato a esta recopilación Especial Género Negro:
cierren la boca, que les habrá quedado abierta, después de leer los nombres.
Improcedente comparar, elegir, clasificar o hacer listas. Cada relato tiene su qué y su aquello. Unos relatos llegan muy adentro, otros golpean muy fuerte, algunos arañan, otros muerden, unos besan letalmente y ninguno se va de vacío después de haber sido leído, todos toman algo de quien los lee.

Es el peaje por tontear con el lado oscuro: nadie sale indemne.

Por eso no es una publicación para leerla de corrido; de hecho nunca hay que hacerlo cuando hay distintas voces. Gran error lector y falta de respeto hacia quien escribe.

Hay que leer cada relato, como si fuera una larga novela, dándole su espacio y su tiempo y concediéndole un reposo asimilativo antes de la siguiente lectura. Y aunque en sobredosis no suele presentar efectos secundarios, prescribir un relato al día sería una posología adecuada y prudente.

Háganse con su ejemplar antes de que se agote y prepárense para el deleite a bocaditos.