Matar de amor por Sophie Hannah |
En Matar de amor, Sophie Hannah desarrolla una compleja
trama de sentimiento de culpabilidad, miedo, obsesión e internet.
Internet como jungla donde habitan hábiles depredadores y el
resto solo son alimentos.
Es una novela narrada desde la visión íntima femenina, desde
los sentimientos y vivencias de Naomi Jenkins quien ve su felicidad resquebrajarse
cuando su amante falla a su cita semanal de los jueves en la habitación 11 del
Traveltel. Un motel cutre que para ella evoca un paraíso tropical; es cierto
que la compañía hace bello lo cutre.
Naomí Jenkins es una diseñadora y constructora de relojes de
sol, que comparte vivienda con una amiga, en trance de separación con su novio,
y lleva una vida perfectamente regular que incluso consigue mantener en su
relación con un adúltero: Robert.
Aparte de con Robert su relación social es practicamente
inexistente excepto por sus visitas a la web Habla y sobrevive, donde encuentra
flaco consuelo.
Motel de carretera |
La policía es la inspectora Charlie Zailer, que, preparando
sus vacaciones con su hermana Olivia, tiene la cabeza en demasiados sitios a la
vez y su ya de por si carácter dificil se vuelve aún más aspero e irritable
Naomí que se da cuenta de que con la denuncia de desaparición va a haber poco
movimiento le da una vuelta de tuerca a la situación y abre un nuevo frente denunciando
un acto delictivo que si sirve para que la policía se ponga las pilas.
A partir de ese momento las pesquisas van a ir avanzando y
abriendo puertas cerradas desde tiempo atrás y Naomí va a ser parte activa de
la investigación.
El trasfondo psicológico, habitual en las novelas de Sophie
Hannah, va alimentandose de las complejas relaciones humanas, de los miedos,
obsesiones y anhelos que explotan en toda su intensidad haciendo aún más
frágiles si cabe las capacidades emotivas de sus protagonistas.
Protagonistas todos, sin excepción, ni los policías se salvan, con un
más que evidente punto de locura enfermiza.
Segunda novela leída y reseñada, segundo thriller de esta autora inglesa, la primera fue No es mi hija.
Y al margen de la reseña, no podemos dejar de darle vueltas al tema para intentar entender porqué
ahora se deciden a continuar los casos de
Agatha Christie, y leyendo a Sophie Hannah no sabemos verla como su sucesora, y no en
términos propagandísticos sino en términos de publicar novelas con Poirot como
protagonista. El estilo manifestado en estas dos novelas es contrario al que precisan las protagonizadas por el detective
belga, según lo conocido; pero quien sabe, los escritores tienen recursos y registros diversos
como para sorprender y entusiasmar. Un voto de confianza.
Wait and see.