domingo, 13 de septiembre de 2015

Crimen en el paraíso 4ª temporada

Crimen en el paraiso 4ª temporada
Como cada verano llega Crimen en el paraíso esa serie policíaca de televisión que ofrece asesinatos dignos de la mejor tradición del género de la edad de oro británica en un ambiente tropical.

La serie está resultando ser uno de los elementos más frescos de los veranos. No solo por su ambientación playera y acompañamiento musical con bebidas exóticas y vestimenta a juego sino porque en verano las televisiones se dedican a rellenar sus programaciones con repeticiones sacadas del baúl de los recuerdos y cualquiera que ofrezca algo nuevo es de agradecer.

Solo que en esta ocasión al coctel de frutas y ron se le ha ido la mano con el dulce y ha dado lugar a una temporada en exceso almibarada y casi solo disfrutable si no se tiene alternativa mejor a mano.

Saint-Marie es la ficticia isla paraíso y Humprey es el británico inspector trasplantado y que parece empieza a echar raíces a base de tropezones y meteduras de pata.

La 4ª temporada de Crimen en el paraíso mantiene la trama policial que no negra y da preferencia al crimen en habitación cerrada dando pie a asesinatos en apariencia imposibles y a resoluciones sumamente elaboradas, solo que por la repetición del escenario acaban pareciéndose demasiado unas a otras.

Aunque sea de Holmes, o sea de Arthur Conan Doyle, y no de Poirot, o sea de Agatha Christie a quien la serie rinde pleitesía, la cita “Una vez descartado lo imposible, lo que queda por improbable que parezca ha de ser la verdad” la serie se la ha apropiado de tal modo que ha hecho bandera y una bandera arriada se ve desde muy lejos.

Beso entre Camille y Humprey
Y así para descubrir al asesino solo falta fijarse en los detalles y por lo demás la serie se muestra blanca total en lo que se refiere a sexualidad que flota en el ambiente y solo se materializa en un casto beso, a sensualidad que podría haber para dar y regalar en esos bailes multicolores y a crítica social que en la isla esto también daría mucho juego habida cuenta de las diferencias latentes.

Que distancia con las dos primeras temporadas donde el humor era inteligente y las tramas más policiacas.

En estas cuatro temporadas la serie ha cambiado a tres de sus cuatro protagonistas principales y sin comparar los anteriores con los actuales se nota un altibajo cualitativo y una tendencia a dedicarle más tiempo al ocio familiar que a reforzar el aspecto criminal.

Los guiones han perdido originalidad y les faltan giros que mantengan la atención, así los episodios resultan demasiado lineales y el trabajo del realizador peca de falta de ritmo y carece de tensión.

Esta serie está empezando a decaer y solo la salva que sus temporadas sean de solo ocho episodios y que se emita en verano.

Recuerden aquí las reseñas de las temporadas anteriores infinitamente mejores:


Post Scriptum: aquí el link de la temporada 5

lunes, 7 de septiembre de 2015

In vino veritas de Virginia Gasull

La verdad está en el vino
En el vino está la verdad y en la copa está el vino. Todo empieza con Edouard que colecciona copas y todo acaba con Edouard que tal vez ya no vuelva a coleccionarlas.

La inspectora Anne Oteiza pertenece a la Brigada de investigación de delitos contra el patrimonio histórico. Anne es guapa, joven e independiente, viste chupa de cuero conduce moto y calza plana. No tiene veleidades gastronómicas y no le gusta el vino, más por desconocimiento que por razón justificada. No triunfa en el amor, es reservada y mantiene secuelas post traumáticas de un doloroso y espeluznante suceso de hace años.

Uno de esos que más que cambiarte la vida te la destrozan.

Tiene en Sofía su única e íntima amiga. Y en su rutina las pautas para no sufrir episodios de crisis tan incontrolables como para casi llegar a perder el conocimiento. Por eso sufre anticipadamente cuando la necesidad de investigar la desaparición de unas valiosas botellas de vino la obligan a dejar Madrid y volver a San Sebastián. Allí donde fue tan feliz y tan desgraciada.

Pero si hablamos de vino es imposible no hablar de Francia ni de Burdeos, ni de los terroirs ni de los Chateaux: Rostchild, Margaux…

In vino veritas es una novela que armoniza hechos reales y fábula, que discurre por los viñedos de Burdeos evocando tiempos pasados y hermanándolos con tiempos presentes.

Nos habla de heroicidades de personas normales y nos remite a la historia para entender el significado de lo que hoy bebemos.

Virginia Gasull la autora de
In vino veritas
Virginia Gasull demuestra haberse documentado ya que la novela no presenta fisuras en su apartado artístico e histórico como tampoco en las páginas divulgativas de elaboración de vino aunque tal vez le haya quedado un pelín tutorial pero teniendo en cuenta que iban dirigidas a la inspectora Oteiza, o sea alguien que no solo no conoce el vino sino que incluso lo rechaza se antojan casi indispensables.

Vino y erotismo
Fascinante el párrafo destinado a explicar cómo realizar una cata (claro que no todas acaban como la pormenorizadamente descrita en la novela; por desgracia). Si en cambio resultan poco estimulantes y algo tópicas las páginas dedicadas al sexo y al erotismo. Se describen como sabría un vino joven, ansioso y demasiado evidente y les faltan matices que alarguen el sabor.

Toda búsqueda de tesoros, toda resolución de enigmas del pasado tiene su punto romántico y en esta novela el romanticismo se adueña de la trama y el conjunto resultante es una intrigante y entretenida novela de aventuras históricas que cuenta con varios misterios a resolver.

No siempre una botella coupage es mejor que una monovarietal y en esta novela tal vez haya exceso de mezcla y casi mejor que en la próxima novela, perdón cosecha, se tenga en cuenta. Ojalá. Esto promete.

lunes, 31 de agosto de 2015

Soy Pilgrim de Terry Hayes

'Soy Pilgrim' es de esas novelas que
hay que leer por mucho que nos las
recomienden. Y a pesar de ello.
Soy Pilgrim es una absorbente novela de espías que empieza siendo una apasionante novela negra y que se estructura a modo de trepidante thriller donde conviven y confluyen, aquí la verdadera gracia del asunto, variopintas historias de una forma tan lógica y natural, nada forzada, que casi resulta inusual encontrar algo tan magníficamente bien hilvanado y en donde todo lo que se cuenta tenga su razón de ser. Hasta el más mínimo flash back está justificado.

El inicio con la investigación de un asesinato muy particular en un hotel de mala muerte, nunca mejor dicho, es de por si demoledor de cuantas defensas hayan podido levantarse recelosos de acercarse a una novela best seller.

La trama que subsigue es tanto o más seductora que su inicio y los personajes van a juego encajando como botones en ojales. Cada uno perfectamente diseñado para su papel y no se confundan por su aparente estereotipaje: el mal no va gritando por ahí como un loco para ser descubierto; el mal se recubre de normalidad para mezclarse entre la muchedumbre y pasar inadvertido.

Y son tantas las cosas que en ella se cuentan que intentar un resumen sería destriparla, baste pues con que les diga que es una magnífica novela de tensión, de lógica y suspense como corresponde a una temática de espionaje y mensajes criptográficos; que es una trepidante novela de contundente acción y hábil estrategia como corresponde a un thriller con terrorismo convencional y bioterrorismo; que es una apasionante novela policial tan llena de inventiva detectivesca como precisa para hacer frente a la resolución de asesinatos complejos con la más absoluta falta de pistas o aparentemente imposibles.

Y todo escrito y contado de forma minuciosa pero sin aburrir, con un crescendo medido para que, aún con tantas páginas, las distintas tramas vayan avanzando y vayan ganando en emoción e interés para ir encajando con milimétrica precisión y mantener la atención hasta el mismo punto y final.

Soy Pilgrim es de esas novelas que una vez empezada no se despega de las manos ni con agua caliente. Sus 864 páginas se leen como un suspiro y ojalá hubieran sido 2.000

Vehículo mortal
Pilgrim, uno de los tantos nombres usado por el protagonista, es un agente muy especial de una tan secreta organización gubernamental que casi no existe. Un agente que tiene en su capacidad para el análisis, la investigación y la deducción sus verdaderas armas. Su posición no le permite tener amigos ni tampoco mujer. Su exclusión social ha sido muy exigente desde que fuera reclutado y ahora ansía dejarlo todo atrás para empezar a ser normal.

Pilgrim es un agente del siglo XXI con hechuras de finales del XIX hasta mediados del XX. Su figura sitúa al espía clásico en la época actual. Es un hombre educado, instruido en diversas materias y sobre todo en arte, hábil conversador y con una capacidad analítica que le permite empatizar incluso con su peor enemigo y entenderlo y por ello adelantársele si se requiere. También es un solitario infeliz.

La BSO de la novela podría ser Exile on Main Street el álbum de los Rolling Stones que suscita animadas discusiones sobre si es o no el mejor de la banda.

Terry Hayes el autor de 'Soy Pilgrim'
Terry Hayes ha recogido el testigo de los clásicos, su esencia y la ha puesto al servicio de una trama actual que ya no es exclusiva de un solo género, de ahí que se haya atrevido con esta mezcolanza de novela negra, policial, espionaje y thriller y cuyo resultado no rechine en absoluto.

Y aunque es nuevo en eso de la novela no lo es en eso de la escritura y lo que se lee en su biografía permite entender que Soy Pilgrim tenga ese enganche tan notorio y esa trama tan bien temporizada: es el autor de los guiones cinematográficos de Calma total, de la 2 y la 3 de Mad Max, Payback o Límite vertical sin ir más lejos. No estamos ante films para la posteridad pero si ante tramas llenas de tensión, ingenio y suspense, aunque ya tengan sus añitos.

Tampoco es de extrañar pues que esté trabajando como guionista de Soy Pilgrim de la que la MGM ha adquirido los derechos cinematográficos para llevarla al cine. ¿Quién será Pilgrim?

Es de esas novelas que hay que leerlas por mucho que nos las recomienden; y a pesar de ello; y precisamente por ello.

lunes, 24 de agosto de 2015

Castle 7ª temporada

Castle desaparece en el último episodio
de la sexta temporada, ¿donde está?
La serie de tv Castle sigue sumando años, capítulos y manteniendo audiencia. La fórmula de escritor exitoso, atractivo, rico y capaz de travesuras de niño mezclada con exitosa inspectora de policía, guapa e inteligente sigue mostrándose un acierto y parece no tener fin.

Además cuenta con el añadido de tener secundarios en la comisaría y en el hogar por lo que el juego es a cuatro bandas y eso da mucho juego.

Si algo diferencia esta serie del resto de competidoras es la capacidad inventiva que demuestran sus guionistas para mantener alto en todo momento el nivel de entretenimiento que es lo único que persigue.

Es un serie para todos los públicos y eso se resiente en dejar de lado cualquier atisbo de denuncia social o cualquier análisis crítico sobre los temas que inducen al delito, es decir los elementos que deberían estar presentes en una serie policial al uso se convierte en meros satélites para el lucimiento del sol: Richard Castle (o sea Nathan Fillon).

Incluso se reservan cualquier manifestación sexual entre la pareja protagonista que sería de lo más lógico y natural o exhiben imágenes blancas que no inciten a la imaginación.

Dicho esto y teniendo claro lo que pretende la serie, es innegable constatar que seguimos estando ante un éxito categórico. Si se acercan a ella buscando una serie fresca, amable, divertida, con ciertas dosis de suspense y con la resolución de un asesinato habrán acertado plenamente.

Para tratamientos más trascendentales o enfoques más realistas o más escabrosos del mundo delictivo hay otras series. Cada cual en su medida da distintos niveles de satisfacción según sea el momento y el dia.

En esta séptima temporada el reencuentro con la serie arranca donde terminara la anterior y presenta un episodio lleno de tensión pero tan poco creíble en su interpretación, tan insistente en la incredulidad y desconfianza que representan todos los protagonistas y realizado con tan poco pulso que resulta aburrido. Nadie en el episodio, excepto los televidentes, parecen creer a Castle y el planteamiento casi llega al absurdo.

Suerte que superado este inicio titubeante la serie vuelve a coger el rumbo habitual y de nuevo disfrutamos de guiones que siguen buscando el giro divertido en las espontáneas cuando no infantiles salidas de Castle como contrapunto a la tragedia que supone la investigación de un caso de asesinato y algunos de ellos con los habituales guiños al mundo de la cultura y del espectáculo.

Por ejemplo en el 7.4 es innegable evocar a Poli de Guardería

Los niños de una escuela son capaces de dejar incluso a Castle con la boca abierta
El 7.6 explora el concepto del universo paralelo, a través de magia de pueblos sudamericanos pre hispanos,  adentrándose en el terreno de la ciencia ficción combinado con la novela policial.

En el 7.7 revivimos el salvaje oeste con guiño a la entradilla de Bonanza incluido (hay que tener una edad para captarlo) y con un diálogo delirante con un jefe indio fuera de cualquier tópico que se pudiera esperar. Un nuevo estrujamiento de meninges de los guionistas con resultado sobresaliente.

El Far West mantiene intacto su poder de atracción cinematográfica
7.10 Interesantes relaciones con la mafia conforman un final insospechado para las aspiraciones de Castle en sus tareas como asesor adscrito al Departamento.

7.11 Nuevo giro sobresaliente de los guionistas: Rick Castle adopta un nuevo rol en la serie que le da una salida profesional y enriquece la trama.

7.14 y 7.15 Arco argumental de alta tensión, de lo más fuerte que tal vez haya ofrecido la serie en toda su historia que supone el fin de la aventura de Castle como autónomo.

7.16 ¿Se imaginan resolver un asesinato en Marte?

7.20 Castle resuelve el enigma de su propia desaparición el día de su boda y que duró dos meses y con ello se cierra una puerta por la que se colaba corriente de aire que podría haberla resfriado.

7.21 Un asesinato cometido en un avión puede ser un fin en sí mismo o un daño colateral de una intención más aviesa y trascendente como un atentado terrorista.

Lo dicho: la serie Castle sigue siendo garantía de puro entretenimiento. No le den más vueltas.

Para los que quieran recordar las cuatro primeras temporadas pinchen aquí.
Para la 5ª y ver las fotos del loft de Castle pinchen aquí.
Para la reseña de la 6ª temporada pinchen  aquí

Y si quieren leer sobre sus novelas y cómics es aquí.

lunes, 17 de agosto de 2015

El filo azul de la medianoche de Jonathon King

El filo azul de la medianoche
tiene una luz muy especial en
Los Everglades
Por mucho que nos alejemos de la zona donde se generó el conflicto que nos reconcome, si éste lo llevamos en nuestro interior no solo no conseguimos deshacernos de él sino que por el contrario se enraíza tan profundamente que su superación se torna cada vez más difícil. Y al arrancarlo, inevitablemente se llevará un trozo de nosotros. Y cuanto más tardemos más doloroso y mayor será el estropicio.

Los Everglades, en Florida, esa zona de vida animal salvaje y esa zona de vida humana discontinuada. Donde las relaciones son escasas, hurañas y casi huérfanas de sentimientos. Donde la supervivencia es la única verdad; para todas las especies que los habitan ya sean seres racionales e irracionales, pequeños o grandes.

A todas horas la luz escasea filtrada y retenida por las hojas y las ramas de una vegetación exuberante y dominadora que provoca un ambiente sombrío; lúgubre en muchos sitios y tenebroso y aterrador en otros.

En el interior de ese micro cosmos el aire es pura humedad y los mosquitos unos de sus más felices habitantes. Los caimanes también pero por otras razones.

En los Everglades se vive aislado del resto del mundo, e incluso de los propios vecinos. Sus precarios residentes malviven en cabañas de maderas viejas y estriadas. Higiene, comodidad y placer son palabras que cobran muy distinto significado al convencional.

Max Freeman metro noventa, noventa kilos de peso ex jugador de fútbol americano y ex sparring de boxeo, es ahora también un ex policía que lleva una vida ascética en ese escondrijo.

Canoa Voyager en una zona abierta de Los Everglades
Con el aislamiento busca reencontrarse a si mismo y con el ejercicio en su canoa Voyager, el cansancio físico que le ayude a aquietar sus pensamientos e impida a su mente recordar porque está aquí: un homicidio en defensa propia. La víctima: un niño.

Huyó de la zona de conflicto y el conflicto lo lleva en su interior.

Pero cuando en una de sus sesiones de remo descubre el cuerpo de una niña muerta en un brazo de río, su instinto policial aflora a la superficie como ese cuerpo inocente y participa de una investigación cuyas pautas le son conocidas.

Y por si tuviera dudas de haber elegido participar o le faltaran razones algo sucede que le supone el empujón definitivo a caer en el horror.

La trama de la novela es angustiosa y asfixiante más por mérito del particular habitat donde transcurre que por su propio argumento que no deja de ser recurrente en el género y arquetípico en sus protagonistas y situaciones.

La trama se nutre de esa humedad y de ese hosco entorno para presentar unos personajes duros, desconfiados y hostiles y avanza, desaprovechando mimetizarse con la sinuosidad del terreno donde transcurre, de forma demasiado lineal lo que hace previsible su evolución.

Jonathon King ha escrito una novela negra que se lee en formato thriller; consigue que veamos los Everglades como un ser vivo, un protagonista más. De hecho, el protagonista principal que se come el protagonismo tanto de Max Freeman como de su abogado Billy Manchester, un secundario de lujo poco aprovechado (habrá que ver su continuidad en la serie).

Con esta novela ganó el premio Edgar.

Como guiño, nótese que a Max Freeman le gusta el pintor flamenco llamado El Bosco.