miércoles, 26 de noviembre de 2025

Bacon de Annika Brunke

El género criminal se resiste, cada vez más, a ser encasillado en su propia definición y gusta de explorar nuevas relaciones como hace tiempo experimento la cocina: mezcló sabores y texturas, a priori inadecuadas, para conseguir nuevas sensaciones.

La novela Bacon es un ejemplo de mézclum de realidad criminal y fantasía existencial. La realidad en lo que sucede y se describe en tercera persona, y la fantasía en lo que sucede en la mente de quien interpela al lector desde la primera persona.  

Definición e interpretación. Crueldad sanguínea y dulzura pastelera. El caso criminal empieza con el tropiezo de un brazo en un contenedor, con tatuaje original irrepetible, que lo idéntica como la pareja de una joven repostera que había denunciado su desaparición.

Una joven que por su volumetría ha vivido en permanente rechazo y que por fin parecía haber encontrado su media naranja, ve de repente como su felicidad se fragmenta como el azúcar quemado de una crema catalana se agrieta ante golpes repetidos de cuchara.

Nada es eterno, todo es efímero, como la vida, como la ingesta de un dulce: placer momentáneo, sentimiento de culpa, deseo de más.

La jueza Mara Ramírez, recién llegada, y el inspector Aitor Ibarra, llegado hace ya algunos años, van a llevar a cabo una minuciosa reconstrucción de los andares de la victima hasta su desaparición para poder resolver el misterio.

Annika Brunke se atreve a combinar el Bacon, por principio salado, con ingredientes dulces para conseguir atrevidos postres. Claro que no los cocina ella, lo pone en manos de la repostera Betty Mantecas que además tiene la atención de darnos las recetas.

Betty es un gran personaje, y como los dulces que elabora, presenta ingredientes variados que resultan sabores distintos según que momento y su estado de ánimo. Es una persona vulnerable pero resolutiva y resiliente hasta la insensibilidad. Es imperfecta, contradictoria, enamoradiza y soñadora. Es un must de personaje.

Cada vez que aparece se come la pantalla y hace que la novela sin ella no sea más que un montón sinsentido de páginas impresas.

Sobre una base de hojaldre, Annika Brunke ha repartido trama criminal, le ha añadido una capa rellena de crítica contra el bullyng y la xenofobia y la ha coronado con lágrimas de humor negro, porque el humor negro tiene la capacidad de hacer reir a la vez que llorar.

El resultado es distinto a cualquier lectura convencional de género policiaco, y al final deja un sabor agridulce que consigue satisfacer e incomodar a la vez, por tener que tomar partido.

Ambientada en Las Palmas de Gran Canaria, de donde es oriundo Alexis Ravelo, el gran escritor de novela negra, acaba de conseguir la edición 2025 del premio que lleva su nombre. Alexis la hubiera degustado.

viernes, 21 de noviembre de 2025

Cadáveres en canapés de Jean-Pierre Ferrière

Es ésta la quinta novela de la serie protagonizada por las hermanas Blanche i Berthe Bodin, de un total de siete títulos.

En esta ocasión Berta y Blanca deben lidiar con el mal carácter y desfachatez de su empleada doméstica, Rosa Papier. Con lo que ha costado encontrar una no van a despedirla sin más, aunque esto sea lo que les pide el cuerpo y les ordena la razón; al tiempo que su doméstica cotidianeidad se ve alterada por la incorporación a su convivencia de la joven de 16 años Dafne Feuillas, hija de un primo.

No solo deben darle techo y comida, sino que deben tutelar su rebelde adolescencia que para nada se corresponde con la que ellas vivieron, hace ya muchos años, y para la que no están preparadas, aunque muestren comprensión y tolerancia.

Y por si fuera poco, ahora hay una invitada puntual, la joven parisina de 28 años, Corinne, prometida del doctor Favier, quien ha solicitado le concedan hospitalidad durante los preparativos de la boda.

A este sobredimensionamiento de habitantes en el piso de Orleans, hay que añadir las constantes visitas de Gabriela Piqué, conocida como La Coronela, y su señorita de compañía, Angélica Roussillon.

Y una vez todo el elenco presentado se produce el crimen y el cadáver, de una de las mencionadas, es encontrado tumbado en el canapé, y las hermanas Bodin tienen ocasión, una vez más, de poner en práctica su capacidad deductiva y lucirse ante un confuso y sorprendido Jerónimo Leduc, inspector de policía recién llegado de Niza por lo que ni conoce a las hermanas ni las costumbres de la localidad, que asocia con la tristeza por la frecuencia con la que la lluvia visita Orleans.

Jean-Pierre Ferrière es un guionista, escritor y dialoguista francés que no solo escribe novela policiaca, pero que en esta demuestra toda su capacidad para construir historias y personajes con un estilo narrativo muy propio, con el que consigue inquietar sin aterrorizar, y esto se debe a la inclusión de constantes cuñas cómicas y muestras de humor negro.

Cadáveres en canapés es de 1958 y contiene una trama policial, claro homenaje académico a los argumentos que hicieron famoso al género, que, de manera irónica cuando no mordaz, aprovecha para criticar los comportamientos hipócritas de las distintas clases sociales representados por comportamientos de marioneta: mucha apariencia y nada de cerebro.

Cadáveres en canapés es suspense policial, humor negro, crítica social y personajes entrañables.

Una novela de otros tiempos del género policiaco, cuando los clichés no uniformaban y cuya revisión actual permite apreciar, con perspectiva, la dirección que el género ha tomado desde entonces, y uno no puede por menos que lamentarse de ello.

jueves, 13 de noviembre de 2025

El señor Bowling compra el periódico de Donald Henderson

El señor Bowling compra el periódico es una de esas novelas que parece que el inconsciente colectivo esté esperando a que sean publicadas, aun sin conocer si se están gestando o si su existencia es factible; y es así porqué una vez leídas generan tal cantidad de ruido que no se entiende como el mundo ha podido existir antes de su aparición.

No es ni una novela policiaca ni negra según los cánones, aspira a la marginalidad y la logra. Quiere diferenciarse del resto de publicaciones tópicas del género y lo consigue. Pretende demostrar que las reglas son para romperse y cumple.

La novela va de la soledad; de la soledad de los vivos, pero también de quien se siente muerto estando vivo. Y es que el señor Bowling, inteligente y educado, se siente tan muerto en su vida, por falta de alicientes y de satisfacciones, que busca compañeros de viaje, acompañantes y se dedica a matar para conseguirlos. Lo que sucede es que las muertes tampoco consiguen ser un acicate para seguir vivo y confía en la habilidad policial para que en cualquier momento se produzca su arresto y por fin se acabe su viaje a ninguna parte.

Es eso lo que tiene en común con la psicología del asesino en serie: en el fondo busca ser detenido.

Donald Henderson (1905-1947) tuvo corta vida tal vez por cruzarse con el señor Bowling, pero tuvo tiempo de dejarnos esta novela, adaptada con éxito al teatro y en televisión, brillante ejercicio de narración inversa. De esas que conocemos al asesino y la resolución se centra en saber si será o no detenido, cómo y porqué, aunque lo importante sea el viaje y no el destino.

El señor Bowling compra el periódico buscando la noticia de su detención, una paradoja habida cuenta que está cómodamente sentado leyéndolo, pero ahí está la esencia de la novela.

Una novela que, publicada en 1943, hay que encuadrarla en la corriente literaria del absurdo. Es abiertamente existencialista, cuestiona la sociedad y la relación del ser humano con su entorno y la contradicción interna que le supone.

Y lo presenta a través de un prisma humorístico, soportado por la incoherencia de los actos del personaje, que son puro disparate. Y para acentuar la irracionalidad de los hechos los incorpora a la irracionalidad que supone el bombardeo indiscriminado de una guerra, que, por si misma, ya es irracional.

Cuando la lean sepan que van a encontrarse un texto nada habitual en el género, pero repleto de literatura: Una lectura que incita a la reflexión: a ver si la razón de la vida solo va a ser la muerte.

viernes, 7 de noviembre de 2025

La señal de la cruz de Margot Douaihy

La cruz, que no el crucifijo, es, para Sor Holiday un sustento que le permite seguir hacia adelante, a donde sea que crea que deba ir.

En espera de convertirse en monja de facto, aún es novicia, Sor Holiday está en un presente que aún es mucho pasado. Demasiado vivido, demasiado amado, demasiado sufrido, como para borrarlo solo con unos votos.

Y de ese tiempo pretérito rescata una actitud de investigadora que la lleva a inmiscuirse en una investigación policial sobre un incendio en el que ha muerto un amigo y dos jóvenes han quedado malheridos. Y es que no cree que la policía esté haciendo todo lo que puede. Y además el incendio se ha producido en el complejo de su convento. Y además alguien podría querer incriminarla.

Este comportamiento díscolo, que se ha ido fraguando desde su infancia, no le granjea simpatías ni entre sus compañeras de orden, ni entre sus alumnos de música, ni en la brigada de bomberos que investiga las causas del incendio ni entre la policía que debe dilucidar si existe delito y si la muerte ha sido accidente, suicidio o asesinato.

Una premisa nada novedosa pero tampoco desdeñable. Lo malo viene cuando la autora, Margot Douaihy, ha querido vestir a su monja protagonista no solo con la ropa negra que ostenta la orden de Las Hermanas de la Sangre Sublime, sino que la hace deslenguada y fumadora viciada; además la autodefine como queer, aunque en la práctica sea lesbiana; la tatúa de arriba abajo, aunque no nos muestre los tatuajes, ni sepamos la razón de cada uno; la hace pertenecer a una familia en la que la madre fue monja hasta que acudió a la dispensa, su padre policía y su hermano es gay; y en esa vida seglar fue guitarrista de un grupo antisistema.

Demasiados clichés que buscan definir una personalidad que diferencie al personaje de lo que se le pueda suponer por su condición actual de sierva religiosa, pero que acaban convirtiéndola casi en una caricatura.

Nueva Orleans, donde transcurre la acción, aunque su vida anterior transcurriera en la costa este, se queda en decorado empalagoso por la humedad y no transmite la vida que se le presupone dibujado en un pentagrama.

Como muchas primeras novelas tiende a la exuberancia y busca en la reiteración de adjetivos grabar imágenes en el lector cuando lo que debería es buscar descripciones que le permitieran creárselas a sí mismo.

Una segunda novela tendría ocasión de demostrar si va por buen camino; aunque ya se sabe que los caminos del señor son inescrutables.

domingo, 2 de noviembre de 2025

El misterio Hannah Larson de Alexandre Escrivà

Patrick Howard se suicida a lo grande, en plan estrella, en un directo del late night con mayor audiencia. En el escenario y en las casas, los espectadores se echan para atrás en el momento del disparo.

Y eso es solo el inicio. Un inicio potente que hace temer que la trama no aguante el envite y se venga abajo, lo que, por suerte, no solo no es así, sino que a base de giros y dobleces sobre si misma, se va conformando una figura que ni por asomo podíamos imaginar al empezar la lectura.

Un inicio en media res cuya explicación es el motivo del argumento, por lo que no se conocerá hasta el final. Saber porque Howard se ha suicidado en un momento dulce de su carrera como periodista y director de un programa True Crime de televisión, es la primera misión de la joven inspectora Alison Hess, detective novata en el Grupo de Homicidios.

Un personaje tan humano como sus errores, sus intuiciones, sus decisiones, su ambición y sus dudas.

Y por qué Homicidios investiga lo que a todas luces es un claro suicidio, obnubila aún más al lector que a partir de ese punto de la lectura ya se espera cualquier cosa como si asistiera a un espectáculo de mago con chistera.

Y es que en realidad estamos ante una investigación que investiga sobre lo que investigaba la víctima sobre una antigua investigación de asesinato. Una técnica narrativa propia de las cajas chinas, con una historia dentro de una historia, dentro…

Es un thriller de investigación criminal, que se aleja del ritmo frenético de sus congéneres pero que sin embargo mantiene un ritmo sostenido generado a partir de emplear diversos escenarios temporales y visiones complementarias según la voz que narra la historia.

Y es que Alexandre Escrivà no solo ha urdido una trama compleja y llena de sorpresas con hilos de distinto calibre y color, sino que la ha armado sobre un bastidor técnico similar al de un estudio de grabación televisivo en el que el realizador va pinchando distintas cámaras según el punto de vista que desea mostrar, lo que favorece una inmersión lectora equiparable a participar en la investigación.

El autor bucea en la metaliteratura incorporando capítulos de un manuscrito de esos que se denominan malditos si al final no se materializan como libro.

Por todo ello no cabe duda de que novela es un alarde técnico, pero también literario y no solo por su argumento, que ya merecería el calificativo, sino además por una redacción precisa, pulida y detallista que hace que el placer por la lectura no sea solo un deseo sino una realidad.

El misterio Hannah Larson es una lectura obligada, no por obligación sino por devoción al género.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Confesiones de Kanae Minato

Confesiones es un thriller tan retorcido que a nivel emocional noquea a quien se atreva con su lectura. No es al estilo occidental, trepidante y sin aliento, sino al estilo oriental, de ese que supone la gestación de un torbellino que arrasa a su paso. Es un thriller psicológico a nivel máximo del calificativo.

El argumento no es más que el vehículo en el que viajan los sentimientos de odio, compasión y venganza para conducirnos al recorrido que va del horror al terror.

El horror que siente una madre ante la muerte de su hija pequeña; el terror que sienten los culpables ante lo que les pueda pasar al saberse descubiertos.

La profesora Moriguchi, quien acaba de perder a su hija de cuatro años ahogada en la piscina de la escuela, el último día lectivo comunica a toda la clase que deja la enseñanza y abandona la escuela y a la sorpresa inicial añade otra información que genera estupor, incomodidad e inquietud: su hija no murió en un accidente, sino que fue asesinada por dos alumnos que están presentes en el aula y que ella sabe quiénes son.

Moriguchi no piensa en acudir a la policía porque no desea justicia, sino que anhela venganza. Y sabe cómo obtenerla.

Con este demoledor inicio quien esté leyendo la novela ya se ha rendido y está a merced de donde le lleve la autora.

Kanae Minato sorprende empezando la novela, con lo que normalmente sería un final y por ese motivo quien la lee no sabe que derrotero tomará ahora la trama y sospecha que será de desarrollo más o menos lineal y placido hasta enlazar con ese principio, identificando la identidad de los asesinos.

Nada más lejos de la realidad. Este aparente final no es más que el principio.

La autora sigue sorprendiendo durante y especialmente al final de la obra. Cuando parece que ha tocado techo y no puede ser más original, sigue sacándose ases de la manga para introducir un nuevo giro que retuerce más si cabe esa trama que ahoga lentamente para que el sufrimiento sea lo más notorio posible.

Confesiones es una novela relatada por tantas voces como protagonistas hay. Pero si piensan que cada voz va a relatar lo mismo y se va a caer en la reiteración se equivocan: cada voz tiene sus motivaciones y sus intenciones y aquello que se puede anticipar se va diluyendo por lo insospechados que resultan los escenarios resultantes.

Horror y terror psicológico en esta magnífica muestra de la novela policial y de misterio Made in Japan, que hay que leer.

martes, 21 de octubre de 2025

Asesinato en el Canadian Express de Eric Wilson

Tom Austen viajero del Canadian Express, ese ferrocarril que recorre los 4.633 kilómetros que median entre Montreal y Vancouver, empleando tres días, se ve envuelto en la investigación de un asesinato a bordo.

Este hecho que llenaría de pavor a cualquier adolescente, en Tom tiene el efecto totalmente opuesto pues no solo viene de familia policía, su padre lo es, sino que su máxima aspiración es convertirse en un detective como lo son los hermanos Hardy, los protagonistas de las novelas de Edward Stratemeyer, un autor canadiense de novela infantil y juvenil.

Y es que con esa referencia a imitar y por la edad del protagonista, está claro que estamos ante una novela juvenil de genero policial; una exitosa intención de acercar este segmento de edad, de 10 a 15 años, a la lectura del género, que aún hoy muestra una trama original, elaborada y compleja, siempre teniendo en cuenta a quién va dirigida.

Tom, que se dirige a la Columbia Británica a pasar el verano con sus abuelos, va a tener que observar y analizar a todos los pasajeros del vagón 165, un vagón mixto con cinco compartimientos cerrados y asientos dobles, donde se ha cometido el asesinato, ya que todos son sospechosos y peor aún, uno es el asesino. Y se encuentra en el tren en esos momentos.

Eric Wilson, escritor canadiense de literatura juvenil, trata al protagonista, Tom Austen, sin ingenuidad ni condescendencia al otorgarle rango de joven adulto, lo que no hace creíble la trama, sino que la convierte en interesante también para el público adulto.

Asesinato en el Canadian Express es una novela del policial clásico que ofrece un asesinato en un compartimiento cerrado de un vagón de tren en movimiento, ¿se puede pedir más para hacer que la imaginación trabaje hasta encontrar la solución?

Publicada en 1976, es el primer volumen de una larga serie con más de 20 títulos publicados que acaba siendo protagonizada por Tom Austen y su hermana Liz, siempre en escenarios canadienses.

lunes, 13 de octubre de 2025

El Puma de Alberto Val

Es muy difícil para una mente infantil, absolutamente moldeable, que ha vivido horrores imposibles de comprender, no sufrir alteraciones en su fase de desarrollo hacia la adultez.

Es muy difícil para una mente infantil, absolutamente moldeable, que ha vivido la muerte de sus padres y ha sobrevivido de puro milagro, no ser agradecido con quien le ha ayudado cuando más lo necesitaba.

Es muy difícil para una mente adulta, con información y conocimientos adquiridos y asentados, entender ciertos comportamientos humanos que no merecen este calificativo, pero, como han sido personas equiparadas a bestias, quienes han cometido los actos, basta con cumplir con el deber, deteniéndolos y esperar que se haga justicia.

Asesinos despiadados, asesinos entusiasmados, sangre, sudor, vísceras. El Puma es una novela negra desatada, que se apoya en el gore para evitar que el lector empatice con quien asesina y no caiga en la tentación de justificar actos presentes por traumas del pasado, ni entienda reacciones incontroladas como comprensible respuesta sensorial de persona enferma.

Si la novela fuese una película, en más de una secuencia cerraríamos los ojos.

La inspectora de la Policía Nacional, Guiomar Aguilera, madre de un niño con una enfermedad terminal, que ya protagonizara “La Perra”, la novela anterior a esta y primera de la trilogía, se enfrenta a un caso de gran complejidad.

Esta viene dada porque no solo debe investigar un caso del que ya ha transcurrido año y medio, el asesinato de Rafael Barrientos cuyo cuerpo fue hallado muerto en su piscina, sino también porque la investigación preliminar, y la titularidad del caso, pertenece a la Guardia Civil. Y ambos cuerpos, Policía Nacional y Guardia Civil, no son precisamente buenos amigos.

Y menos si uno va a enmendarle la plana al otro.

La trama transcurre en Puerto de la Cruz, en la costa norte de Tenerife, y las descripciones son tan visuales que se diría que vamos transitando junto a los protagonistas por las carreteras y los lugares como si fuésemos secundarios de la historia.

Alberto Val relata una historia que aúna transversalidad delictiva y nos obliga a reflexionar sobre si la persona se esconde bajo una máscara animal, o si en realidad es el animal la verdadera persona.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Los crímenes del Castillo de Rachel Mclean

Campiña inglesa, turístico castillo en ruinas, pueblo de bolsillo, un concurrido pub y unos terrenos que se extienden hasta el Canal de la Mancha, conforman la parroquia de Castillo de Corfe en el condado de Dorset. Una región donde primero untan la mermelada y luego la nata por encima.

La inspectora Lesley Clarke ha elegido este destino antes que una jubilación anticipada, que es la otra alternativa, como lugar para recuperarse de su último caso, en el que ha estado a punto de perder la vida y que le ha dejado como recuerdo un diagnóstico de estrés postraumático.

Castillo de Corfe se antoja como idóneo, por su bajísimo índice de criminalidad.

Lo que nadie, ni sus superiores, ni ella, ni su familia, ni los lugareños, puede imaginar es que su llegada coincida con un asesinato y que no va haber tiempo de pasear y aclimatarse.

Un miembro de un equipo de arqueología que está excavando en la zona, aparece muerto en un terreno protegido por una carpa.

Lesley ha de comandar un peculiar, aunque rigurosamente profesional, equipo formado por un sargento y dos cabos, que pese el lógico rechazo inicial, pronto se adapta a los nuevos requisitos exigidos por la nueva jefa.

Lesley muestra la prontitud y exigencia de quien ha trabajado en ciudad desbordada de casos. Su lenguaje es directo y callejero. Su método de trabajo es minucioso sin permitir que prejuicios, suposiciones o intuiciones se antepongan a las pruebas.

Pero demuestra suficiente comprensión, paciencia y capacidad de adaptación como para no entrar como elefante en cacharrería.

Rachel Mclean muestra en el diseño de sus personajes su punto fuerte y se maneja bien eligiendo el ritmo para cada cual e integrándolos en el de la trama, que se presenta bien planteada y termina bien cerrada.

Los crímenes del Castillo es una novela policiaca de procedimiento y comportamiento rural y es la primera novela de la serie Inspectora Lesley Clarke que ya tiene tres títulos publicados.

jueves, 2 de octubre de 2025

Las investigaciones de Nicolas Le Floch de Dobbs – Corbeyran – Chaiko

Nicolas Le Floch es el comisario protagonista de las novelas de Jean-François Parot, un autor de policiales históricos que transcurren en el París del siglo XVIII, y que se ha convertido en un clásico que tiene su adaptación al cómic y también a serie televisiva.

El autor publicó 14 títulos entre 2001 y 2017, dejando a su personaje huérfano al fallecer al año siguiente.

Nicolas Le Floch es policía bretón, hijo ilegitimo, que se nos da a conocer en 1761 cuando su superior, Antoine de Sartine, confía en él para investigar un caso que requiere de destreza y también de discreción.

El personaje se nos presenta muy humano, con dudas y errores, hábil en su oficio, amante activo con las mujeres y con buen paladar, que irá mejorando y volviéndose más exquisito a medida que avanzan las tramas.

Y en este volumen, Las investigaciones de Nicolas Le Floch, además lo vemos retratado en los dibujos de Chaiko, un especialista en dibujo realista de época que no solo reproduce correctamente los rasgos del comisario sino también los vestuarios y calles de ese París que se está construyendo a sí mismo.

Los guiones corren a cargo de Olivier Dobremel “Dobbs” y Éric Corbeyran, dos monstruos en esta especialidad que entienden perfectamente la obra de Parot como para trasladarla a adaptación a cómic manteniendo el suspense en cada historia hasta el mismísimo final, al tratarlas con estructura de thriller.

Este volumen, es de esperar que sea el primero de más, recoge tres casos detectivescos que se corresponden con las tres primeras novelas de la serie, lo que confiere la particularidad de conocer al personaje en su inicio e ir acompañándolo tanto en su evolución profesional como personal.

Los títulos son El enigma de la calle Blancs-Manteaux, El hombre del vientre de plomo y El fantasma de la calle Royale.

Son tres casos de investigación policial de factura clásica, con giros imprevistos y sorpresa final que no solo secuestran la atención, sino que permiten relectura prácticamente seguida sin perder ni un ápice de interés.

No dejen de leerlo y obtendrán largos ratos placenteros.

La edición a cargo de Yermo es impecable y está pensado para ser una obra duradera.

 

 

domingo, 28 de septiembre de 2025

Inspectora Ellis

Inspectora Ellis es una miniserie de televisión que se vende como rareza por ser la primera serie de detectives protagonizada por una mujer negra en el Reino Unido.

Algo más que una rareza, el primer episodio de la serie se presenta novedoso, inteligente e interesante, pero lo que genera esa expectación acaba volviéndose en su contra al ser un cliché que se repite en cada uno de los 3 episodios que componen la 1ª temporada.

La inspectora Ellis es una inspectora jefe sin comisaria ni despacho centralizado que viaja, como enviada especial plenipotenciaria, a lugares donde se ha cometido un asesinato y los agentes locales o no tienen experiencia suficiente o recursos, para abordar la investigación. Su entrada resulta desconcertante en la comisaría de turno, y su actitud nada empática con sus colegas, genera automáticamente suspicacia, escepticismo, desprecio y rechazo.

En cambio, en sus conversaciones e interrogatorios con víctimas, testigos y sospechosos derrocha una empatía que se agradece en un policía, que siempre se nos muestran arrogantes y vanidosos.

La Inspectora Ellis es una mujer gruesa, negra, de mediana edad y ante quien hay que subordinarse, lo que no despierta simpatía en una profesión donde proliferan actitudes racistas, machistas y misóginas. En cambio, para el espectador es gratificante que una mujer contemporánea, consiga poner firmes a machitos provincianos y que además atine en sus planteamientos y resuelva los casos.

Y es el modo de convenir esa asignación, de hacer el viaje, buscar alojamiento, solicitar despacho, recursos, cuestionar todo lo realizado hasta el momento y empezar a impartir órdenes y luchar contra un entorno hostil, lo que supone un claro empoderamiento femenino y una más que evidente reivindicación feminista.

Por lo demás, los casos policiales son entretenidos, pero los asesinatos tampoco resultan brillantes muestras de ingenio, son más bien prontos domésticos y vecinales que, aunque intrigantes, no generan el suspense suficiente. Probablemente se deba también a que la duración, 90 minutos, resulte excesiva para lo que muestra.

Así la serie más que de novela policiaca o de novela negra, se reduce a un costumbrismo británico. Filmada en escenarios naturales, a lo que la mayoría de series de la BBC se están acostumbrando, en un claro intento de estampar denominación de origen, demuestran más preocupación por el desarraigo, la inmigración, la denuncia social y por demostrar el lado menos romántico de la investigación policial, tan propio de las series americanas.

La actriz protagonista, Sharon D. Clarke, que goza de mucha y buena reputación en el Reino Unido, se muestra contenida en exceso y rostro hierático, lo que compensa con una sutil ironía y una amabilidad para con interrogados que no suele ser habitual en otras series hermanas.

Se anuncia 2ª temporada y ahora que ya se conoce al personaje y se sabe el porqué de su forma de ser, es probable que aún se disfrute más. 

domingo, 14 de septiembre de 2025

El fin de ninguna parte de Israel Díaz Reinado

El fin de ninguna parte es una novela negra, policíaca, al uso.

En ella se encuentra todo lo que ha hecho grande al género: un policía desplazado de su hábitat, con sus fantasmas a cuestas; una nueva compañera tan profesional como extrovertida y entusiasta de la vida más allá del deber del uniforme; comisario malhumorado pero comprensivo; un entorno social con explotación laboral; presencia de la Unidad de Crimen Organizado; unas víctimas, mujeres, jóvenes con sueños rotos y recompuestos, aunque no sea de la mejor manera; trapicheo y paisaje de ensueño.

El inspector Hugo Monforte, asturiano de nacimiento, pero madrileño de adopción se incorpora, sus motivos hay, a la comisaría de Cádiz y su llegada no puede ser más oportuna para incorporarse a una investigación que acaba de instruirse.

Su compañera, la inspectora Candela Martín es su opuesto, y no porque sea mujer sino porque representa y evidencia todo lo que Hugo ni ha sido, no es y no será en la vida.

Ya no solo por diferencia de edad sino de forma de entender y vivir la vida, de elegir la ropa, de preferir un cierto tipo de bebidas o de deleitarse gastronómicamente.

Y es que Cádiz ofrece opciones para distintos gustos y unifica el de la vista por sus paisajes, su campiña y su mar. Y también tiene su lacra criminal y entre una cosa y otra avanza una investigación que ofrece complejidad, desconcierto y distintas vías de investigación que, si todos los caminos van a parar a Roma, en este caso van a parar al mar.

La adaptación al entorno del recién llegado no es fácil como tampoco lo es adaptar su método de investigación, propio de una Unidad de acción rápida pero muy ajustada a la legalidad vigente so pena de no rematar el caso en un entorno judicial, al de una zona en la que la determinación puede ser necesaria para encauzar el caso y no perder sábanas por el camino.

El cadáver desnudo de la joven Aurora Fernández ha sido descubierto por un joven pescador de la zona y más no les voy a contar. Disfruten participando de una investigación que se va complicando por momentos y que va toparse con algún que otro cadáver más.  

Israel Díaz Reinado ofrece un suculento plato donde hay variedad, redacta con brío y se entretiene solo lo justo y necesario cuando quiere resaltar algún aspecto relevante que no debe pasar desapercibido.

Una trama que juega al despiste para ir sorprendiendo a cada nuevo giro. Mucho diálogo, descripción precisa y ritmo lo suficientemente rápido, como pide un buen thriller, pero tampoco tanto como para perder el paso a imagen de esa novela negra que encierra en su interior.

I es que, como sucede con los moluscos, el cuerpo se esconde en su interior. Una lectura agradecida, de las que es inevitable pedir otra ración.

 

viernes, 12 de septiembre de 2025

Indomable, serie TV

Indomable es una serie policíaca de televisión que transcurre con la lentitud que se mueve el agua de un arroyo en terreno plano. Y no lo hace por fastidiar sino porque la trama discurre en pleno parque nacional de Yosemite, en California, y por lo tanto el perezoso ritmo narrativo se mimetiza con el propio de la naturaleza.

No busquen efectos especiales, ni complejos trabajos de postproducción. La serie no los muestra porque no los necesita, se basta y sobra con la magnificencia de las grandes rocas, los altos árboles y las vastas planicies de un espacio real, que consigue su condición de personaje acreditado gracias a los silencios y a los sonidos ambientales.

Las escenas son por ello de gran plasticidad, postales para el recuerdo de cuando a la naturaleza se la adoraba como madre y fascinaba por sus misterios y sus secretos.

Apelando a ellos el inicio de la serie, espectacular, no parpadeen para no perdérselo, es de gran fuerza narrativa cuando aparece de manera desconcertante el cuerpo de una joven, Jane Doe, en lo que no queda claro si su muerte se debe a un acto voluntario de suicidio o a un desafortunado accidente.

La investigación la lleva a cabo Kyle Turner, un agente de la policía propia del Servicio de Parques Nacionales, que conoce el parque mejor que su propia casa, en la que para prácticamente solo para dormir; a quien ayuda Naya Vasquez, una joven recién llegada de la gran ciudad, para quien el caso no solo supondrá entrar en terreno policial desconocido, sino que también en naturaleza desconocida, pues su contacto con el lado salvaje, como buena urbanita, ha sido nulo hasta el momento.

Ambos son personajes atormentados por fantasmas del pasado y conforman un tándem complementario por lo dispar que resultan sus visiones de la vida, resignado y pesimista uno, entusiasta y optimista la otra, y las actuaciones, de Eric Bana, áspero, ascético y duro con los humanos y amable con el entorno, y de Lily Santiago, madre leona y superviviente en un mundo masculino, son de lo más convincente.

Como también lo es el guión escrito a cuatro manos por Mark L. Smith y Elle Smith, que consiguen una narrativa sólida de gran magnetismo, sustentado por esa mezcla de rural noir y thriller étnico, donde los sentimientos explotan haciendo que del sentimiento de culpa de los protagonistas aflore su propia redención.

Muchos la comparan con True Detective por su sobriedad y contención. Ahí lo dejo.

6 episodios, no se necesitan más. Y aunque se concibió como una sola entrega, su éxito ha propiciado que se trabaje en una segunda temporada. Una curiosidad para cinéfilos: las puertas del ascensor del hotel Parks son las mismas puertas utilizadas para el ascensor de "El Resplandor" de Stanley Kubrick.

martes, 9 de septiembre de 2025

Esvástica de hielo de Fernando de Cea Velasco

En las guerras está claro que hay que protegerse del enemigo, ese que no dudará en matarte si puede, pero no hay que dejar de vigilar al amigo circunstancial, ese que no has buscado, que te lo ha propiciado la situación y se ha unido por la desgracia, y que puede que no sea tan amigo.

Obras como esta, Esvástica de Hielo, que relatan posibilidades como si fueran verdades, que presentan escenarios ficticios que nada envidian a la realidad que subyace entre líneas, son un ejemplo, a imitar, de que la novela negra sigue siendo el reflejo del lado oscuro de la sociedad.

Grandes fortunas personales y grandes imperios empresariales tienen en las guerras su punto de inicio, su consolidación o su engrandecimiento, cuando no todo a la vez.

Los perdedores lo pierden todo. La vida y lo que tuvieron. Los ganadores se lo quedan todo incluidos los proyectos y el futuro de aquellos que murieron.

Ferrán Simón, de edad tan avanzada como su alzhéimer, ha recibido una carta de su padre David. Un hecho que no debería sorprender a nadie si no fuera porque el remitente habría fallecido más de 70 años atrás.

Román Simón, hijo de Ferrán y nieto de David, periodista en recuperación física y anímica de los efectos de una explosión en el transcurso de su trabajo, y con tiempo por delante, decide desplazarse a Foix, pequeña villa francesa a tocar de los Pirineos, de donde procede la misiva, para averiguar lo que pueda sobre la carta y sus antepasados familiares.

Una excursión sin expectativas va a convertirse en un viaje iniciático de gran trascendencia.

Fernando de Cea Velasco, que ya lleva mucho escrito a sus espaldas, destapa aspectos conocidos pero silenciados de la terrible tragedia de los refugiados españoles que huyendo del expurgo de la Guerra Civil cayeron en manos de nazis más despiadados si cabe.

Y los entreteje con una trama de investigación periodística que le añadirá un componente de denuncia intrínseca, en favor de los silenciados, cuando Román lo publique.

La estructura de la novela y el delineado de personajes permite empatizar rápidamente con las víctimas de la persecución, para acercarse a comprender, aunque solo sea un poquito, la terrible existencia y el desespero por sobrevivir.

Una novela de madurez literaria, cuyo desarrollo transcurre intercalando dos tiempos, los hechos de 1942 y los de tiempo presente. Así la investigación actual es una suerte de reproducción en perspectiva de lo que acaeció. Pero el peligro no finalizó con las contiendas bélicas y Román pronto entenderá que sus pesquisas van a tener como consecuencia remover un avispero.

Esvástica de Hielo es una gran novela negra trágica con trasfondo histórico. Acabada la lectura hay que darse tiempo para asimilar el gran impacto emocional que conlleva. No se la pierdan.

Del mismo autor y en este mismo blog se han reseñado:

Puentes y Sombras 

El suave roce de tu pelo 

Cenizas para un blues 

El leve brillo de tus labios 

lunes, 1 de septiembre de 2025

Persiguiendo a Bécquer de Miguel Lago

La famosía, palabra que me acabo de inventar para identificar a las personas que suponen un colectivo exclusivo para quienes la fama acompaña como un bien y una maldición, suele despertar filias y fobias. Suele tener de palmeros a fans irredentos, pero también suele interesar a seres envidiosos, rencorosos y alimentar deseos de venganza.

Es lo que tiene estar en el punto de mira, que nunca se sabe si es del disparador de una cámara fotográfica, aunque sea en un móvil, o de un rifle con bala en la recamara.

Hay personas muy, muy, famosas que son humildes, seguro que las hay, aunque cueste encontrarlas, pero hay más con un ego que supura formando una aureola de superioridad que tiene, si es que la tiene, la condescendencia en sus relaciones como la versión más dulce. La más agria ya ni se la cuento.

Antoñito sabe que quiere ser de mayor y su abuelo don Manuel lo ayuda para conseguir su sueño, y ya convertido en Bécquer el sueño se ha materializado en una proyección de su persona urbi et orbe, traducido en una enorme fortuna material y un déficit espiritual como sinónimo de familia con todo el cariño que conlleva, amistades sinceras y amor cómplice.

Bécquer es el cómico que hace reír a todo el mundo, es un seductor, es un truhán y es un señor. Es ególatra y desapegado. Es el sueño húmedo de mujeres jóvenes y maduras. Es el deseo de toda agencia de representación artística.

Llena teatros y salas de espectáculos. Todo el mundo lo encuentra encantador. Todo el mundo menos alguien que ha decidido que ese mundo que lo adora, estará mejor sin él y se ha propuesto matarlo.

Y empieza el espectáculo.

Ante la evidencia la intervención policial es inevitable y Elena Izaguirre, alguien que de jovencita le idolatraba pero que ahora no lo reconocería ni muerta, es la encargada de la investigación.

Y Bécquer es mucho Bécquer. Y Elena es muy Elena. Choque de personalidades a la vista; la de quien está acostumbrado a tenerlo todo con solo chasquear los dedos y la que está acostumbrada a luchar con todo y contra todo para hacerse valer y respetar por su condición profesional.

Del odio al amor solo hay un paso y la ternura puede doblegar a quien se preste a comprender, si dedica el tiempo necesario para ello.

Miguel Lago, a quien hemos visto en programas de televisión, se estrena con esta novela amable, que, para quienes hayan seguido la serie de televisión Castle, guarda mucha relación en su concepto general y en comportamiento de los personajes. El famoso y la inspectora, una inspectora que por cierto se llama Beckett, lo que acentúa el parecido ¿casualidad?

La novela es de corte rápido y estimulante en su vertiente social y es que el modo de vida que otorga el dinero, mucho, mucho dinero, es algo que a todos nos gustaría probar alguna vez.

El caso policial es de sesgo enigmático, aunque la escasez de protagonistas revele casi de inmediato la solución.

Pero en cualquier caso la lectura es entretenida, salpicada de humor y comportamientos infantiles de Bécquer que tira de contactos y saca rédito a su fama, de nuevo recuerda a Castle, y con una intriga que no solo se mantiene hasta el final sino más allá.

Cuando la lean sabrán a que me refiero.

lunes, 18 de agosto de 2025

Crimen en alta mar de Robin Forsythe

Cuando Vereker, pintor aficionado aún por despuntar, se deja convencer por su amigo Manuel Ricardo para viajar en un crucero de placer por el Mediterráneo está lejos de sospechar que su otra afición, la de emular a los detectives investigadores de crímenes, va a verse colmada.

Y así sucede, al producirse la muerte de una joven por problemas cardíacos en los primeros días del viaje. Nada hace suponer que no sea de muerte natural, su familia a bordo lo confirma, sino fuera que ha desaparecido un collar de diamantes de gran valor económico y que la finada lucía a juego con su belleza.

Tal hecho dispara la imaginación de Vereker, un diletante sin penurias económicas y con una gran capacidad intelectual, enfocada en la investigación criminal, para relacionar hechos y sacar conclusiones que cuenta con la colaboración de su amigo Ricky, a modo de Watson, un mujeriego y bon vivant con los bolsillos siempre vueltos del revés.

El argumento de Crimen en alta mar está claramente definido en sus aspectos de presentación, nudo y desenlace. Empieza a bordo del lujoso navío Mars, continua en Lisboa y finaliza en Jevington, localidad en plena campiña inglesa.

Los desplazamientos aportan un ritmo dinámico y los cambios de escenario dan pie a apuntes localistas y gastronómicos que complementan el glamur asociado a este tipo de relatos.

Personajes amables, humor inteligente, ambientes elegantes, servidumbre atenta, etiqueta y cortesía, crímenes respetuosos… los ingredientes indispensables e infalibles de la novela criminal británica del siglo de oro, del que Robin Forsythe, su autor, es notable exponente.

Así, la trama funciona como un reloj y como tal es fiable en su capacidad para ofrecer un rompecabezas complejo, que busca entretener y estimular la mente.

Si les va el policial clásico de principios del siglo XX no pueden perderse esta obra. Satisfacción garantizada.

 

 

 

lunes, 11 de agosto de 2025

Asesinato en Rudhall Manor de Anya Wylde

Igual que las óperas tienen su sección bufa, la novela policiaca tampoco evita su versión paródica.

Pero incluso la bufa sigue siendo una ópera; algo que en la parodia policiaca no siempre se consigue. Asesinato en Rudhall Manor es un claro ejemplo de ello.

A Rudhall Manor llega, proveniente de un orfanato, Lucy Trotter para encarar su vida como institutriz. Sobradamente formada culturalmente no encontrará en su nuevo hábitat ocasión de demostrar sus habilidades y además, como la Cenicienta del cuento, será menospreciada por la familia de la mansión y el servicio, enraizado desde hace tiempo.

Por eso al descubrirse el cuerpo apuñalado de lord Sedley, y en paralelo el robo de unas valiosas joyas de la caja fuerte, Lucy se convierte en la sospechosa número uno y la mejor candidata para el verdugo.

A lord Adair, recién llegado y con fama de resolver casos se le encarga la resolución del crimen y la recuperación de las joyas. Y Lucy, cuyo cuello es el que está en juego, realizará su propia investigación por si aquel fracasara.

El romanticismo, lord Adair es un adalid de la belleza masculina y objeto de deseo de toda mujer que lo trata, se alía con lo sobrenatural, los fantasmas existen y se manifiestan, para aportar situaciones en las que el humor toma el timón.

Aún y así la novela no parece sentirse cómoda y su avance es el de alguien que a oscuras pretende encontrar la salida de un enorme salón atestado de muebles.

Un claro ejemplo de que la suma de los factores si altera el producto, y del axioma de que menos, es más.

Anya Wylde aporta su granito de arena al género que queda diluido entre obras de mayor envergadura y consistencia. Su redacción tiende a entrar en bucles espontáneos que, como tapones, impiden el fluir de la trama y se pierde en diálogos, que más parecen soliloquios, que dicen muchas palabras pero que cuentan poco que resulte interesante

En las librerías la encontraran en la sección chic-lit encuadrada como Young-adult.